Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 2 de noviembre y se tradujo al español. 

Las familias de las víctimas de la tragedia de Uvalde se reunieron en el Capitolio de Texas junto con la comunidad de Austin el 1 de noviembre para honrar las vidas de sus hijos, y celebrar el primer día del “Día de los Muertos”, una festividad latina tradicional honrando las vidas de los seres queridos que han fallecido.

“Recuerden los nombres de todos los niños, eso es lo importante”, dijo la familia de Eliana García.

El evento comenzó con discursos de las familias de los niños fallecidos en la masacre de Uvalde, describiendo las actividades favoritas de sus hijos, deportes y personalidades, también alentaron a la audiencia a tomar acción y votar a favor de legislación de armas de fuego más estrictas para prevenir tragedias futuras.

“Tessa era una niña amorosa y divertida. Adoraba a su hermana mayor, Faith, y amaba el softball y la gimnasia. Amaba hacer pulseras y sobre todo, su equipo favorito eran los Houston Astros,” Verónica Mata, hija de Tessa Mata dijo. “Necesitamos cambio, y necesita pasar”.

La siguiente parte del evento fue la “Marcha de los Niños”, en la que el público marchó desde los escalones del Capitolio hasta el frente de la Mansión del gobernador, donde la ofrenda comunitaria, o altar, fue cargado por los miembros de las familias mientras la multitud de ciudadanos, agarrando velas, ofrendas y caléndulas les siguió. En frente de la Mansión del gobernador, el público se reunió para dejar sus ofrendas florales y peluches para los niños. Un mariachi cantó canciones de amor y vida a la audiencia, y un cura y miembros de las familias de los niños se reunieron para rezar.

“Antes que nada, es un homenaje a nuestros niños”, dijo Jazmín Cazares, hermana de Jackie Cazares. “Por supuesto, estamos peleando por la culpabilidad, justicia, el cambio de leyes, el cambio de gobernantes, pero sobre todo es para honrar a nuestros niños”.

Felicha Martínez, madre de Xavier López, dijo que las familias continuaran luchando y alentando a los ciudadanos a votar para salvar las vidas de sus hijos y las vidas de sus futuros hijos y nietos.

“Quiero que sepan que mi hermana era una guerrera”, Cazares dijo. “Ella luchó por su vida durante 77 minutos, rodeada de sus amigos. Cuando la sacaron del salón, estaba viva, pero su pequeño corazón no podía más. Así que vamos a luchar tan duro como Jackie lo hizo por el resto de nuestras vidas