La helada forza a estudiantes de UT a manejar toneladas altas de trabajo

Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 12 de febrero por Gabi Mathison y fue traducido al español por Maria Probert Hermosillo.

Después de las cancelaciones de clases del 31 de enero al 2 de febrero por condiciones peligrosas causadas por la helada reciente de Texas, algunos estudiantes dicen que el tiempo fuera los ha dejado abrumados con el trabajo amontonado. 

Al perder los tres días, algunos profesores reconfiguraron el programa de estudios con la intención de recuperar el tiempo perdido, y por ende causando que estudiantes batallen con el manejo del trabajo mientras se recuperan de la helada. Natalie Czimskey, profesora asistente de discurso, lenguaje y ciencias auditivas, dice que trabajó con sus estudiantes para manejar el estrés causado por la helada. 


“Mi enfoque fue maximizar la flexibilidad de los estudiantes porque yo sé que muchos profesores no están dispuestos a hacer eso”, dijo Czimzkey. “En el mundo real, si algo traumático sucede, se reajusta y se dan extensiones. Necesitamos parar de pretender que la falta de compasión produce mejores trabajadores”.  

El estudiante de inglés de 6to semestre Robert Wood dice que sus profesores se enfocaron más en extender fechas de entrega de los trabajos, causando que tenga que trabajar en sus trabajos actuales y extendidos al mismo tiempo. 

“Definitivamente agrega mucho estrés, especialmente cuando mi horario ya está muy saturado”, dijo Wood. “Casi no tengo tiempo para hacer mis trabajos normales, así que agregar trabajos arriba de los que ya tengo es bastante estresante”. 

Sophie Sadetaporn, alumna de 4to semestre de administración de sistemas de información, dice que las extensiones ayudan, y que algunos de sus profesores completamente exentaron algunos materiales del plan de estudios. 

 “(El material exentado) era material suplementario que comoquiera no hubiera aparecido en los examenes”, dijo Sadetaporn. “Yo estaba contenta de eso porque, ¿Porqué quisiera aprender más (durante la helada)?” 

Cuando el frío se alivió y la comunidad empezó a recuperarse, la universidad mandó un comunicado diciendo que las clases estaban puestas para empezar el viernes, 3 de febrero. Aunque, la asistencia no sería obligatoria. 

“Yo no tenía manera de ir a clases, y todavía no tenía luz ese día”, dijo Wood. “Yo no pude estar completamente interesado en la mentalidad académica”. 

Czimskey dijo que ella trató de acomodar a estudiantes con dificultades hasta cuando las clases se reanudaron, aún con el rechazo de otros profesores. 

“Yo trato de recordar que lo que sea que siento, mis estudiantes probablemente también lo sienten”, dijo Czimskey. “Si mi nivel de ansiedad estaba alta durante el evento, estoy segura que los niveles de ansiedad de mis estudiantes son altos también”. 

Mientras la comunidad se recupera de las secuelas de la helada, Czimskey dice que los estudiantes seguirán aguantando altas cantidades de trabajos de la semana perdida mientras se aproximan los exámenes de medio semestre. 

“Es crítico que los profesores recuerden que hay más vida aparte de la académica”, dijo Czimskey. “Nuestros estudiantes están pasando por cosas que pueden sentirse traumáticas y exhaustivas, y eso no es una señal de debilidad o falla. Es una parte normal de la vida”.