Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 20 de julio por Polina Washington y fue traducido al español por Jessica Roca.
Si creciste en un hogar monolingüe o no tuviste la oportunidad de aprender un segundo idioma, no es demasiado tarde para empezar. Aprender un idioma en la universidad permite a los estudiantes conectarse con otras culturas, distinguirse académicamente y abrirse a oportunidades únicas, lo que lo convierte en una herramienta útil en la universidad y más allá.
Encontrarse en un entorno en el que los demás no hablan un idioma particular y ser capaz de utilizarlo genera un sentimiento de orgullo por el trabajo duro y la dedicación a esta nueva habilidad.
El estudio de idiomas puede ayudar a motivar a los estudiantes a ir más allá de los cursos obligatorios, manteniendo conversaciones con otros estudiantes que también están aprendiendo idiomas o utilizando aplicaciones para aprender más frases.
Los idiomas también pueden cambiar la forma en que los estudiantes se ven a sí mismos. Cuanto más practica una persona, más fácil le resulta, lo que hace que el esfuerzo sea exponencialmente gratificante. Cuanto más diligente sea uno con un idioma, más orgulloso se sentirá de su nivel de dominio.
Nicholas Pierce, un estudiante entrante de posgrado en el Centro de Estudios Rusos y Eurasiáticos de Europa del Este, explicó cómo su dedicación al idioma ruso determinó el resto de su carrera universitaria en UT.
“Me ha gustado mucho el proceso de aprenderlo… cuanto más lo he aprendido, más me he interactuando con él”, dijo Pierce.
Aprender un idioma también puede dar lugar a oportunidades profesionales. La resiliencia y la capacidad de aprender con rapidez son características habituales en el lugar de trabajo que buscan los empresarios.
Los estudiantes abiertos a nuevos idiomas pueden abrirse las puertas a nuevas carreras.
Cameron Waltz es un estudiante de último año de relaciones internacionales, culturas e idiomas asiáticos-chino, estudios asiáticos y gobierno. Waltz se inclinó por el chino en la secundaria, siguiendo su pasión por las relaciones entre Estados Unidos y China.
“Mi chino lo utilizo en mis investigaciones. Escribí mi tesis sobre la política exterior de Taiwán. Y utilicé mi investigación de documentos de fuentes primarias que no tenían traducción al inglés”, explica Waltz. “Todos los trabajos y prácticas que he tenido en mi campo han sido consecuencia de mi dominio del idioma”.
El conocimiento de la lengua china ha permitido a Waltz estudiar en el extranjero, en China, Taiwán y Corea del Sur. También lo ha llevado a ser redactor jefe de Intercollegiate U.S.-China Journal, una revista bilingüe para estudiantes.
El idioma ayuda a conectar a las personas con la cultura que pueden reclamar, pero de la que se sienten desconectadas. A veces los estudiantes crecen familiarizados con un idioma, pero no tienen la oportunidad de aprenderlo formalmente hasta la universidad. Familiarizarse con tu idioma materna levanta las barreras para conocer la cultura más íntimamente.
Lo contrario también es cierto: otra ventaja de aprender un nuevo idioma es conocer una nueva cultura. Conocer nuevas culturas puede cambiar la perspectiva de las situaciones. Uno acaba considerando nuevas técnicas y enfoques de comunicación para tener en cuenta las diferentes interpretaciones culturales.
Julian Alin, estudiante de último año de relaciones internacionales, estudios globales y gobierno, estudia árabe en UT. También está aprendiendo italiano fuera de la universidad.
Sobre viajar, Alin dijo: “Si llegas a hablar el idioma, te integras; se te abren muchas puertas nuevas, te invitan a las casas de la gente, experimentas otras culturas desde una perspectiva que nadie más tendrá”.
Los estudiantes de UT tienen la oportunidad de alcanzar al menos un nivel de principiante. Con tres docenas de idiomas a disposición de los estudiantes, es hora de adoptar el estudio de idiomas. Con nuestra diversa población estudiantil, es posible que puedas utilizar tu recién adquirido idioma en el campus antes de lo previsto.
Washington es un estudiante de posgrado en estudios de Rusia, Europa del Este y Eurasia de Los Ángeles, California.