Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 27 de noviembre por Morgan Severson y fue traducido al español por Judith Matehuala
Los colegios y universidades de Texas están haciendo cambios en campus para cumplir con la fecha límite del primero de enero del Proyecto de Ley Senatorial 17, que prohíbe las oficinas de diversidad, equidad e inclusión, el entrenamiento obligatorio y las declaraciones DEI en las instituciones de educación superior del estado.
En la Universidad de Texas, el presidente Jay Hartzell envió por correo electrónico a estudiantes y profesores en septiembre un documento titulado “Guía de trabajo SB 17 del Sistema UT”, que tiene como objetivo ayudar a las 14 instituciones del Sistema UT a cumplir con la ley. Según el documento, la guía está “destinada a ser amplia y no cubrirá cada situación o matiz específico”, pero cubrió una variedad de áreas como becas que pueden verse afectadas para cumplir con la ley.
“Las becas basadas en raza, color u origen nacional deben ser revisadas cuidadosamente por la oficina legal de la institución para determinar el cumplimiento de la ley”, dice la guía.
Diego Huerta, estudiante de tercer año de matemáticas, quien recibe ayuda financiera en base a su ciudadanía mexicana, dijo que le preocupa cómo será el futuro de la ayuda financiera para los estudiantes internacionales.
“Estoy muy preocupado por lo que (SB 17) podría significar para todos los que vienen después de mí porque todos sabemos, bueno, es una opinión popular entre los internacionales y creo que muchos texanos, que los internacionales no son vistos de la mejor manera”, dijo Huerta. “Simplemente no están apoyados de muchas formas que uno esperaba y no me sorprendería si esto significaba el fin de muchos programas que realmente nos permiten estudiar aquí”.
La ayuda financiera que Huerta recibe es Asistencia de Matrícula para Estudiantes Mexicanos o TAMS, que renuncia la parte de no residente de la factura de matrícula de un estudiante, reduciendo el costo. Los estudiantes son elegibles para TAMS si son un “residente legal y permanente de México” que demuestra necesidad financiera junto con otros requisitos.
Un portavoz de la universidad dijo en un comunicado por correo electrónico que, como una universidad respaldada por el estado, UT no ofrece becas basadas en raza, color u origen nacional. El portavoz afirmó que TAMS “se basa en el estado de residencia”, no en la nacionalidad, y por lo tanto no sería afectado por la SB 17.
El portavoz dijo que “la universidad puede asociarse con organizaciones externas para ayudar a dar las becas que distribuyen”, y que estas son las becas a las que se hace referencia en la guía SB 17 de Hartzell.
Texas Exes, la asociación de alumnos de UT, ofrece “Becas de Oportunidad” que, según su sitio web, “proporcionan fondos transformadores para estudiantes de grupos tradicionalmente subrepresentados, regiones geográficas desafiadas y antecedentes económicamente desfavorecidos”.
Huerta aplica para y recibe TAMS anualmente entonces dijo que no temía perder su ayuda financiera al menos durante el próximo semestre, pero dijo que desearía que UT pudiera comunicar mejor cómo o si la SB 17 impacta la ayuda financiera que reciben los estudiantes.
“No he hablado con nadie en UT todavía y nadie de UT se ha comunicado conmigo tampoco, especialmente porque nuestro alivio en TAMS, la ayuda que recibo no es continua durante los cuatro años”, dijo Huerta. “Lo que espero que suceda, si tienen que tomar medidas, es que podrían explicar por qué ya no los renuevan y simplemente dejar de renovarlos, pero aún no ha habido ningún anuncio ni ninguna conversación sobre si eso podría suceder o no”.
Antonio Ingram, abogado asistente del Fondo Nacional de Defensa Legal, una organización legal que tiene como objetivo luchar contra la injusticia racial, dijo que la falta de claridad de la SB 17 genera preguntas tanto para estudiantes, profesores y administradores sobre los cambios que el proyecto de ley hará en los campus de Texas.
“Eso va a ser un desafío mientras que avanzamos hacia el próximo año escolar, sobre cómo las escuelas enfrentan (con SB 17)”, dijo Ingram. “Creo que es importante que las escuelas no implementen demasiado y que si el proyecto de ley no prohíbe algo la escuela no debería hacerlo”.
Ingram dijo que la SB 17 no sólo no aborda específicamente las becas basadas en raza, color u origen nacional, sino que la guía enviada por Hartzell cita el Título VI de la Ley de Derechos Civiles, una ley federal que protege las becas que consideran la raza.
“No ha habido ningún tipo de modificación federal al estado de las becas basadas en la raza”, dijo Ingram. “Y sí, la Corte Suprema aprobó un fallo el año pasado que trataba sobre acción afirmativa, pero ese fallo trataba sobre admisiones. Ese fallo no se refería a becas”.
La oficina del senador republicano Brandon Creighton, uno de los principales autores de la SB 17, proporcionó una declaración sobre las intenciones de la SB 17.
“La intención legislativa de la SB 17 es garantizar la libertad de expresión bajo la Primera Enmienda y fomentar la verdadera diversidad y el mérito en la educación superior de Texas”, afirma el correo electrónico. “La SB 17 se dirige específicamente a las prácticas de contratación, los juramentos de lealtad y los entrenamientos obligatorios. La eliminación de las oficinas de diversidad, equidad e inclusión resultará en millones de ahorros para los contribuyentes y restaura una cultura de libre investigación, meritocracia, igualdad de oportunidades e innovación genuina dentro de la educación superior de Texas”.
En mayo pasado, el Fondo de Defensa Legal condenó la SB 17 porque Ingram dijo que la legislación representa una “regresión” en la creación de pertenencia a comunidades de color y comunidades queer en los campus universitarios.
“Las iniciativas de diversidad, inclusión de equidad y oficinas se erigieron históricamente para crear espacio para comunidades que no estaban en mente cuando los arquitectos de la educación superior crearon estas instituciones”, dijo Ingram. “Cuando pensamos en Brown contra la Junta de Educación, la promesa de la integración es que diferentes estudiantes y grupos, especialmente raciales, puedan unirse y aprender y dejar que eso sea una incubadora para la democracia y el pensamiento crítico”.
Si bien las becas deberían estar protegidas federalmente por la SB 17, Ingram dijo que es importante para las universidades, al revisar la legalidad de estas becas, que tengan en cuenta las excepciones que tiene la legislación cuando tiene que ver con las admisiones y el reclutamiento. Dijo que las becas basadas en criterios de raza, color u origen nacional podría argumentarse como una forma de reclutamiento para comunidades marginadas, haciendo que estas becas están aún más protegidas de la SB 17.
“(SB 17) no define cómo interpretan el reclutamiento, así que si lo piensas, muchas de las becas que son para personas de bajos ingresos, de color o queer, se utilizan para atraer a esos estudiantes a comprometerse a un lugar como UT Austin”, dijo Ingram. “Hasta ahora, no hay ninguna indicación, al menos en la ley federal, e incluso en la nueva ley estatal de Texas, de que las becas deban reducirse si se considera la raza”.
Huerta dijo que incluso con su trabajo de medio tiempo y las contribuciones financieras de su hermana, su padre y su abuelo, su inscripción en UT no sería posible sin TAMS. Teniendo en cuenta la importancia de esa financiación para su educación, agradecería que UT le aclarara que TAMS continuará. El portavoz de la universidad dijo que UT se comunicará directamente con los estudiantes que perderán sus becas. Afortunadamente para Huerta, todavía no ha oído nada.
“Ha sido prácticamente un esfuerzo comunitario simplemente para mantenerse a flote y también me he estado esforzando para encontrar otras becas o ayuda que pueda encontrar”, dijo Huerta. “Puse algunas becas de algunas organizaciones latinas, muy específicamente para mi especialidad… pero realmente no podría ser posible sin TAMS y sin ese apoyo”.
Ingram dijo que al pensar en las iniciativas de DEI relacionadas con becas, es importante contextualizar la razón por la que existen este tipo de becas.
“Esto no es dar una ventaja injusta de manera arbitraria”, dijo Ingram. “Se trata de ver patrones históricos, ver las leyes y políticas que se promulgaron y que condujeron a estas desigualdades en primer lugar, y las escuelas y organizaciones de terceros que dijeron: ‘Vamos a intentar restaurar lo que era robado’”.