Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 19 de marzo por Isa Almeida y fue traducido al español por Angela Garcia.
A medida que llegaba el momento de revelar el primer sembrado del torneo de baloncesto femenino de la División I de la NCAA de 2024, la transmisión de ESPN mostraba a los equipos de Stanford y Texas esperando ansiosamente su destino en sus fiestas de observación. Cuando el número 1 apareció junto a Texas en el cuadro, la fiesta de las Longhorns estalló de alegría.
“Me volví bastante loca”, exclamó la delantera del tercer año, Aaliyah Moore. “Es muy emocionante. He estado aquí por tres años (y es) la primera vez que hemos estado en el sembrado No. 1. Solo se todo el trabajo duro que el equipo ha puesto”.
Al ganar el primer o segundo sembrado, Texas garantizaba la celebración de las dos primeras rondas del torneo en el Moody Center. Si sobrevive a las primeras dos rondas, el equipo se dirigirá a Portland, Oregon.
En el torneo del 2023, donde fue el sembrado No. 2, las Longhorns también fueron anfitrionas de las dos primeras rondas, pero finalmente cayeron ante Louisville en casa y no pudieron avanzar al Sweet 16.
“Creo que aprendimos mucho (de la derrota)”, mencionó la guardia de último año, Shay Holle. “Casi todo el equipo ha regresado para este año, así que todas conocemos el sentimiento y lo recordamos bastante bien. Volviendo a ser anfitrionas, estamos muy agradecidos por ello y sabemos que eso juega un papel importante. Definitivamente necesitamos aprovecharlo”.
El camino de Texas al Final Four en Cleveland no será fácil. Si el equipo supera a Drexel en la primera ronda el 22 de marzo, las Longhorns se enfrentarán al ganador del duelo entre Alabama y Florida State. También en el mismo lado del cuadro está Tennessee, que casi le dio a Carolina del Sur su primera derrota; Iowa State, el oponente de Texas en la final del Big 12 Championship y Stanford, que terminó como el No.2 en la región.
“En Drexel estás jugando contra el campeón (de la Conferencia Atlética Costera), por lo que esas chicas no saben nada más que ganar”, dijo el entrenador en jefe, Vic Schaefer. “Y cuando vayas a jugar contra Alabama o Florida State, dos equipos de buenas conferencias de baloncesto femenino, … Creo que los tres equipos proporcionan un desafío único. Nuestras chicas van a tener que entender, ‘bien, hemos conseguido el sembrado número uno, ahora tenemos que ir a ganarlo’”.