Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 27 de septiembre de 2024 por Catharine Li y fue traducido al español por Anirudh Karunakaran.
Los estudiantes internacionales, que constituyen el 9.6% de la población estudiantil, no pueden votar en elecciones federales, estatales o locales. Sin embargo, algunos participan en conversaciones políticas en el campus.
Según los datos de matrícula de la Universidad, el porcentaje de estudiantes internacionales se ha mantenido entre el ocho y el diez por ciento durante los últimos ocho años académicos. Estudiantes internacionales de 130 países diferentes asistieron a UT el otoño pasado, según el sitio web de Texas Global.
Laura Botero Arellano, estudiante de posgrado en geografía de Venezuela, define el compromiso cívico como la participación activa en asuntos de interés público.
“Aunque (los estudiantes internacionales) no podemos participar en espacios más formales debido a la ciudadanía, podemos fomentar algunos tipos de conversaciones sobre lo que está sucediendo a nuestro alrededor”, dijo Botero Arellano.
Conectarse con otros estudiantes internacionales, y en particular con aquellos de América Latina, ayudó a Botero Arellano a establecer la relación entre la identidad cultural y la identidad cívica. Botero Arellano dijo que está enfocada en comprender los eventos y problemas actuales de EE. UU. mientras reconoce los desafíos de su estancia temporal para su educación.
“Me tomo mi tiempo para situarme mejor donde estoy, y qué luchas están ocurriendo”, dijo Botero Arellano.
Mehdi Haghshenas, profesor asociado de instrucción en sociología, dijo que el compromiso cívico se estudia como un comportamiento colectivo. Haghshenas señaló que los estudiantes se involucran en diferentes niveles para concienciar sobre varios temas de interés personal.
Haghshenas dijo que cuando los estudiantes comparten diferentes perspectivas, pueden moldear los puntos de vista de los demás para crear una sensación de “conciencia colectiva”, lo cual él fomenta en el aula.
“Por ejemplo, un estudiante de (un país) con una historia de agitación política puede ofrecer una perspectiva increíble durante las discusiones sobre política exterior o reformas migratorias, y cómo la política exterior de EE. UU. influye en esos países”, dijo Haghshenas.
Arantxa Espinosa Rivera, estudiante de último año de química, dijo que tomar clases básicas de gobierno en UT también le ayudó a entender la complejidad del proceso legislativo. Dijo que la capacidad de construir perspectivas sobre diferentes culturas políticas fortalece su comprensión de las prioridades gubernamentales a través de las fronteras.
“No creo que (mi tiempo aquí) haya cambiado… mis valores en sí, pero supongo que es solo la manera en que veo el gobierno ahora, y entiendo mucho mejor cómo funciona”, dijo Espinosa Rivera. “No sigo a los partidos solo por seguirlos”.
Entre compañeros que son elegibles para votar, Espinosa Rivera dijo que fomenta la participación electoral y también comparte una nueva perspectiva con aquellos que están menos involucrados en la política de EE. UU.
Alison Eng, estudiante de último año de gobierno, es presidenta del club BridgeTexas en UT, que organiza debates sobre política y eventos actuales.
Eng cree que la deliberación sobre políticas públicas ayuda a los jóvenes a hacer preguntas más significativas sobre el efecto que estas leyes tienen en ellos mismos y en sus comunidades más amplias. Las discusiones anteriores cubrieron temas como el salario mínimo federal, las elecciones de mitad de período en la Legislatura de Texas y los derechos de la Segunda Enmienda.
“Esperamos que a través de nuestras discusiones podamos guiar el camino hacia una cultura política más orientada a las soluciones, en lugar de una centrada solo en la animosidad”, dijo Eng.