Nota del editor: Este articulo se publicó por primera vez por Katie Borchetta el 12 de octubre del 2024 y fue traducido al español por Sofia Estrada Ferrufino.
A pesar que Texas derrotó a Oklahoma en la Red River Rivalry 34-3 y avanzó su liderazgo en su clasificación de todos los tiempos contra los Sooners a 64-51-5, los Longhorns una vez más han mostrado un patrón esta temporada con sus nervios del primer cuarto.
Texas terminó el juego con 406 yardas y cuatro touchdowns; pero, después del primer cuarto, Texas apenas sostuvo 13 yardas totales, 0 first downs y estaban 0-3 en intentos de third down, lo cual es algo que ellos han sobresalido a este punto en la temporada.
“El primer cuarto estuvo duro”, dijo el entrenador Steve Sarkisian. “Nosotros solo estábamos un poco fuera de lugar, ofensivamente, ellos consiguieron el liderazgo, pero yo no creo que nadie se puso en pánico y eso es la seña de un equipo muy bueno”.
Es aparente que habían unos nervios viniendo de la ofensiva de Texas debido a la presión intensa del interior de Oklahoma. Quarterback de tercer año Quinn Ewers, en su primer juego y empiezo de nuevo de su lesión, no tuvo amplio tiempo en el bolsillo, completando tres de cinco pasos en cuarto entero y tirando una intercepción. A pesar de eso, esto no es nada nuevo para Texas quien ha tenido una intercepción en el primer cuarto en cada juego de esta temporada además de Michigan y Mississippi State.
Mientras la defensa pudo prevenir un touchdown de Oklahoma el juego entero, los Sooners pudieron meterse al rango de tiro en campo, liderando el primer cuarto 3-0, con 54 yardas, seis conversiones de first down y dominando el tiempo posesión por los primeros 15 minutos.
A pesar de las adversidades, el principio del segundo cuarto provocó la transformación de Texas de regreso a lo que debería ser el equipo número 1 del país.
Texas mantuvo 222 yardas en sólo el segundo cuarto, con 113 yardas de carrera, yendo 3-5 de third downs y tres touchdowns. A pesar del cambio de ofensiva, era obvio que Ewers batalló con la transición intensa de la banca a un juego de rivalidad grande. Afortunadamente, el resto del equipo demostró que ellos estaban bien sin que el quarterback estuviera jugando en su mejor estado.
“Yo no les voy a decir que estaba fuera de práctica, porque he estado practicando las últimas dos semanas, y depende únicamente de mí”, dijo Ewers sobre su rendimiento.
Texas pudo sobresalir ofensivamente en su juego de carreras con touchdowns de carrera de running back de segundo año Quintrevion Wisner y Ewers.
Encima de eso, la defensiva contribuye al suceso de la ofensiva con la recuperación de dos pérdidas de balón que resultó en un touchdown de Texas y mucha intensidad en el lado de Texas en el Cotton Bowl Stadium. El equipo de Texas expresó después del juego que mientras estaban emocionados por el gane, ellos tienen mucho en que mejorar y tener que seguir viendo para adelante.
“Nuestra mejor pelota aún está por llegar”, dijo el back defensivo de tercer año Michael Taaffe.