Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 20 de octubre de 2024 por Katie Borchetta y fue traducido al español por Sara Solano Aguirre.
Texas fue bienvenido finalmente a la conferencia más dura de la nación con su primera derrota, 30-15, ante el No. 5 Georgia a pesar de presentar una dura pelea demasiado tarde en el juego.
“(El juego fue) realmente una historia de dos mitades”, dijo el entrenador Steve Sarkisian. “Sabes, acabamos de tener una primera mitad muy difícil ofensivamente. Simplemente no jugamos nuestro mejor fútbol… Estaba muy orgulloso de su capacidad para llegar a los casilleros en el medio tiempo y reagruparse y competir en la segunda mitad, luchar y mostrar, en mi opinión, el corazón de un campeón”.
Desde el disparo inicial del cañón, Georgia fue dominante. En la primera mitad, los Bulldogs tuvieron un total de 170 yardas contra 38 de Texas y lideraron 23-0.
Si bien la defensa Longhorn fue tomada por sorpresa por la ofensiva rápida y de mayor calibre que no han visto esta temporada, el problema principal radicó en su ofensiva.
Después de lucir un poco “oxidado” el juego pasado, el mariscal de campo junior Quinn Ewers continuó jugando por debajo de su estándar habitual, completando seis de 12 pases completos en la primera mitad con una intercepción. Y por primera vez en toda la temporada, el entrenador Steve Sarkisian tomó la decisión de poner al mariscal de campo suplente de primer año Arch Manning no debido a una ventaja importante o una lesión, sino debido a un mal desempeño.
Manning ingresó a cinco minutos del final de la primera mitad con un 3 de 6.
En la primera mitad, el equipo de Texas no pudo encontrar muchos espacios en la ofensiva de Georgia, sobre todo en el juego terrestre con dos yardas totales. La defensa de Texas también pudo obtener dos intercepciones en los primeros dos cuartos, pero no pudo convertir ninguna de las pérdidas de balón en puntos. Georgia pudo asegurar 17 puntos con pérdidas de balón de Texas durante todo el juego.
A pesar de los contratiempos, Ewers regresó en la segunda mitad y pareció sacudir la parte oxidada que tenía en la primera mitad. La ofensiva trabajó por el campo sin problemas para su primer touchdown con un pase de dos yardas al receptor abierto junior Isaiah Bond. Luego, su siguiente serie ofensiva resultó en un touchdown por un pase de Ewers al corredor junior Jaydon Blue para 17 yardas después de una intercepción del defensivo senior Jahdae Barron, una jugada que causó mucha controversia por sí misma.
A pesar de entrar cada semana y tratar a cada una de la misma manera, era evidente que Texas fue superado por el equipo clasificado No. 5, con marca de 2-14 para conversión en tercera oportunidad, algo en lo que los Longhorns son fuertes con una tasa de 43.2% en la temporada.
Ewers reconoció que no estaba jugando al nivel que suele hacerlo, o como lo hizo en los entrenamientos previos al partido, y asumió la culpa de la derrota diciendo, “Comienza conmigo”.
“Practiqué bien durante toda la semana”, dijo Ewers. “Me sentí bien al respecto. En nuestra práctica del ‘Jueves Perfecto’, me sentí bien en la primera mitad y el primer cuarto”.
A pesar de la derrota, el equipo y Sarkisian saben que no pueden sujetarse a la derrota, especialmente en una conferencia de la SEC donde el enfrentamiento de cada semana seguirá presionándolos.
“Perder un partido como este no te mata”, dijo Sarkisian. “Todo lo que queremos todavía está por delante. El desafío para nosotros es ser capaces de reagruparnos y levantarnos del suelo y prepararnos para el equipo de Vanderbilt la próxima semana”.