Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 26 de Octubre, 2024 por Katie Borchetta y fue traducido al español por Ignacio Arriagada.
Tras la derrota de la semana pasada, Texas logró sacar una victoria ajustada sobre el No. 25 Vanderbilt, 27-24. Aunque la ofensiva mostró una mejora respecto a la semana pasada, errores anteriores volvieron a surgir, haciendo que el enfrentamiento fuera muy reñido.
El mariscal de campo de tercer año, Quinn Ewers, después de lanzar solo para 17 yardas en la primera mitad contra Georgia, pareció deshacerse del óxido acumulado en las últimas dos semanas, logrando un impresionante 19 de 21 intentos completados para 211 yardas y tres touchdowns solo en la primera mitad. El receptor abierto de segundo año, DeAndre Moore Jr., también tuvo una actuación destacada, liderando al equipo en recepción con 97 yardas y dos touchdowns.
Aunque Ewers y otros jugadores ofensivos lograron superar los obstáculos que enfrentaban, otros aspectos de la ofensiva restaron puntos potenciales en el marcador para los Longhorns.
La línea ofensiva de Texas volvió a tener problemas para proteger a Ewers. Después de permitir siete capturas contra Georgia, Texas mantuvo una débil protección interior, lo que permitió que Ewers fuera derribado cuatro veces, con una pérdida total de 29 yardas. La defensa de Texas no pudo capturar al mariscal de campo de Vanderbilt, Diego Pavia.
La ofensiva de los Longhorns también siguió el patrón de no poder convertir las pérdidas de balón del rival en puntos. Los Commodores, quienes antes de este partido lideraban la Conferencia del Sureste permitiendo solo dos pérdidas de balón, cayeron ante la defensa de Texas, que acumuló tres pérdidas de balón con dos intercepciones y un balón suelto. Sin embargo, la ofensiva no pudo aprovechar estas ventajas para sumar puntos en el marcador. En cambio, la ofensiva de Vanderbilt consiguió 14 de sus puntos gracias a pérdidas de balón de Texas.
Al igual que la semana pasada, el juego terrestre de Texas no fue muy explosivo, con un total de 104 yardas y un promedio de 3.1 yardas por acarreo. Al final del primer cuarto, los Longhorns solo lograron 15 yardas en comparación con las 47 de Vanderbilt.
A pesar del bajo rendimiento en el juego terrestre, tanto el corredor junior Jaydon Blue, quien no tuvo acarreos contra Georgia la semana pasada, como el corredor de segundo año Quintrevion Wisner lograron acumular 126 yardas entre ambos.
Aunque lograron llevarse la victoria, es evidente que existe un problema general con la consistencia ofensiva, pareciendo dos equipos diferentes en cada mitad. Por ejemplo, Ewers solo pudo lanzar para 77 yardas adicionales en la segunda mitad, en contraste con su impresionante desempeño en la primera mitad.
Actualmente, Texas sigue siendo uno de los favoritos con aproximadamente un 79 % de probabilidad de llegar a los Playoffs de Fútbol Americano Universitario por segundo año consecutivo. Sin embargo, si estos errores e inconsistencias continúan ocurriendo, los aficionados pueden esperar más derrotas y una disminución significativa en las probabilidades de otra aparición en los CFP.