Nota del editor: Este artículo fue publicado por primera vez el 9 de febrero del 2025 por Zach Davis y traducido al español por Juan Manuel Rocha Gómez.
La escolta de último año, Rori Harmon, le cuesta estarse quieta. No es de las que se acuestan los domingos por la tarde.
Cuando Harmon se rompió el ligamento cruzado anterior la temporada pasada, pasó muchas horas sentada en la línea de tiro libre, sola, apenas capaz de levantar las puntas de los pies. El gimnasio estaba vacío, aparte de ella misma y sus pensamientos.
No sabía qué le esperaba.
Liderando contra Carolina del Sur (#2) 64-62, Harmon fue enviada a la línea de tiro libre para romper la racha de 57 victorias de conferencia de las Gamecocks. Sin embargo, para anotar desde la línea en el partido, todos esos recuerdos de horas pasadas en el gimnasio trabajando en la franja de tiro libre trajeron algo de confianza.
“Me centré en trabajar mis tiros libres durante ese tiempo”, dijo Harmon. “Al final, confío en mí para vencerlas”.
Canasta limpia tras canasta limpia. Swish. Y Swish.
Texas, Nro. 4, ganó su 24° partido del año y el 10° en la SEC (Conferencia del Sureste), derrotando a Carolina del Sur (#2), por 66-62. Aunque el acierto de Harmon sentenció el partido, la escolta de segundo año, Madison Booker, fue la estrella.
Booker lideró el partido con 20 puntos y 11 rebotes. Anotó 6 de 7 tiros libres y 7 de 22 tiros de campo. Su mejor momento de la noche llegó con una bandeja de derecha que puso a Texas 60-55 arriba. Incluso cuando cayó en el contacto, sus emociones en un Moody Center agotado fueron especiales, ya que se rió y lanzó una señal (con la mano) de Hook ‘Em a la cámara de televisión.
“Ni siquiera sé en qué estaba pensando”, dijo Booker. “Diviértete ahí afuera, ¿sabes? Déjate llevar. No demasiado. Pero ya sabes, diviértete”.
El entrenador de Texas, Vic Schaefer, también se estaba divirtiendo. Cuando Texas ganaba por 2 puntos a falta de 26 segundos, Schaefer le dijo a sus jugadoras que “no lo haría de otra manera”. Por mucho que al hombre le guste ganar, le gusta aún más su trabajo.
“Es por eso que hago lo que hago”, dijo Schaefer. “Es la razón por la que te dedicas a entrenar. Para tener estos momentos, estos partidos, la razón por la que vinieron a Texas. Ya sabes, Madison, creo que nosotros, ella y yo hablamos de eso”,
“Oye, por esto viniste a Texas”. “Por esto vine aquí, por esto vino Rori, por esto vinimos todos, para estar en este tipo de partidos”.
A Schaefer le encanta una buena multitud. Para él, de eso se trata. Gracias al apoyo de los fieles de Texas, en este caso, los fieles de Texas que agotaron las entradas, el equipo de basketball femenino de Texas está invicto en el Moody Center con 13-0. Con solo dos derrotas esta temporada y derrotando al vigente campeón nacional, Schaefer está muy contento.
“No hay suficientes palabras ni tiempo para expresar lo orgulloso que estoy de estas chicas”, dijo Schaefer. “Y simplemente pensé que estas chicas lo lograron. Se lo merecían. Se lo ganaron y de nuevo, contra un gran equipo. Estoy tan orgulloso de ellas”.