Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 23 de marzo de 2025 por Nicholas Kingman y fue traducido al español por Héctor Yunta Rico.
Enfrentándose al posiblemente partido más difícil de la temporada y un adelanto del camino a Omaha, el equipo número 8 de béisbol Texas mostró sus músculos en los dos últimos partidos de la serie, siendo el mejor el último día.
Aplastando al número 2 LSU por segundo día, los Longhorns montaron una combinación perfecta de lanzamientos en el montículo y habilidad para batear que llevaron la serie a una victoria por 6-2 contra los Tigres este domingo.
“Es un gran fin de semana para el béisbol, un gran fin de semana para el béisbol (de la Southeastern conference), dijo el entrenador principal Jim Schlossnagle. “Estoy emocionado de que los fans de Texas pudieran venir y ser parte de ello, le estoy super agradecido por su energía y pasión, los jugadores la pueden sentir”.
Jugando con dos corredores en la base, el outfielder de tercer año Max Belyeu, llegó por segunda vez esa tarde a la zona de bateo para batear una pelota directamente al junior infielder Tanner Reaves, eliminando a Belyeu en la primera base. Su sacrificio permitió que el outfielder de segundo año Tommy Farmer IV llegara a base en la segunda carrera del segundo inning.
Liderando, el infielder de segundo año Ethan Mendoza fue enviado a la primera base andando durante todo el recorrido. Pero el rápido infielder no necesito hacer mucho al venir a batear por tercera vez Belyeu.
En el primer bateo , Belyeu lo volvió a hacer, reventando la pelota hacia su hábitat natural de la parte derecha del campo y fuera del estadio para anotar un doble home run extendiendo la ventaja de los Longhorn a un 5-0.
“Tan solo tenía que cambiar mi objetivo”, dijo Belyeu. “He estado pensando todo el fin de semana que estaba un poco mal en el primer y segundo (partido), así que tuve una conversación sobre batear y volví directamente a senda correcta tras eso”
Sintiendo que los Tigers se estaban riendo de él, Belyeu bateó su segundo golpeo del partido hacia el estudiante de primer año de LSU Derek Curiel. Corriendo hacia la pelota, no pudo conseguir el out tras caer de estómago y la pelota botara en el campo.
Recorriendo las bases, Mendoza consiguió anotar para los longhorns desde la primera base hacia el final del sexto inning. Con este tiempo extra, Belyeu consiguió llegar a la tercera base, venciendo a la pelota, que llegó al guante del defensor de la tercera base tarde, permitiéndole hacer un triple y un cuarto RBI del partido.
Haciendo su primer comienzo en el montículo tras el partido inicial contra UTSA el año pasado, el pitcher transferido de tercer año Ruger Riojas brilló contra uno de los mejores equipos bateando del país.
Encerrando a los Tigers, Riojas solo permitió 7 bateos y dos carreras. Sumando un total de 87 lanzamientos, Riojas lanzó 62 strikes eliminando a 6 Tigers ese día. Tras cinco innings en el montículo, el partido de Riojas terminó mientras andaba al banquillo mientras los fans aplaudían a su pitcher.
“Es increíble tener una base de fans tan leal, es verdaderamente irreal”, dijo Riojas. “Le estoy agradecido a cada uno de ellos, esa reacción… nunca la hubiera imaginado”
Recibiendo el encargo de cerrar el partido por segunda vez consecutiva, el pitcher de primer año Dylan Volantis continuó desde donde Riojas lo había dejado, acallando a los Tigers en los últimos tres innings.
El joven pitcher no fue desplazado del estrellato, manteniendo a los Tigers a raya sin permitir que bateen mientras eliminando a 5 bateadores.
Texas se quedará en casa para enfrentarse a los Bearkats de Sam Houston State a las 6:30 de la tarde este martes en el estadio UFCU Disk-Falk Field en Austin, Texas.