Debemos mantener los centros de votación universitarios
March 29, 2023
Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 22 de marzo por Sonali Muthukrishnan y fue traducido al español por Andrea Arias-Zarate.
Desde 2010, los legisladores estatales comenzaron a aprobar leyes que dificultan el voto, Texas sigue siendo uno de los estados a la vanguardia de este movimiento. En 2012, Texas frenó las campañas de registro de votantes y en 2016 el estado comenzó a exigir una identificación con foto para votar o una identificación sin foto y una declaración de impedimento razonable firmada.
En febrero, la representante Carrie Isaac presentó la HB 2390, que eliminaría los dos lugares de votación en el campus de UT junto con otros en instituciones de educación superior. Esta iniciativa ha encontrado un retroceso significativo.
Este proyecto de ley disminuiría aún más la ya baja participación de votantes en Texas, lo que limitaría la representación de la Generación Z.
La participación de los jóvenes en EE. UU. se ha mantenido baja, con la excepción de las recientes elecciones presidenciales de 2020. En las elecciones presidenciales de 2016 menos de la mitad de los estadounidenses de 18 a 29 años votaron. En Texas, el 27.3% de los votantes de 18 a 24 años votaron en las elecciones de 2016.
Una de las razones por las que el voto de los jóvenes es tan bajo es que votar se debe en gran medida a la formación de hábitos: cuando votas en una elección, es más probable que votes en la próxima. Sin embargo, muchos adultos jóvenes recién están obteniendo el derecho al voto y no han tenido la oportunidad de estar en las cabinas de votación.
Otra razón importante de la baja participación de los jóvenes es el costo de oportunidad. Los estudiantes universitarios tienen horarios estrictos, por lo que es más difícil salir del campus para votar. Si bien el período de votación de dos semanas puede parecer largo, restringe el tiempo que los estudiantes pueden hacer oír su voz.
La participación de votantes jóvenes se relaciona con las cabinas de votación en los campus, pero el objetivo de HB 2390 es eliminar los centros de votación en el campus para aumentar la seguridad de los campus universitarios.
“Yo creo que podemos hacer cualquier cosa y todo lo posible para que nuestros campus sean lo más seguros posible”, Isaac dijo. “No creo que sea prudente que invitemos a personas que de otro modo no tengan razón de estar en nuestro campus, o nuestros campus escolares durante dos semanas, todo el día, todos los días”.
Isaac no consultó ninguna estadística al formar esta propuesta. En cambio, la representante habla de las experiencias de sus electores.
“He experimentado emociones intensas en torno a los lugares de votación durante las campañas, (y) las amenazas a los trabajadores electorales han aumentado… He trabajado allí y he visto algunas peleas que han estallado alrededor de los lugares de votación”, dijo Isaac. “No creo que sea prudente exponer eso a los estudiantes”.
El campus abierto de UT significa que cualquiera puede venir al campus, y sin estadísticas que respalden estas experiencias, parece que los temores de Isaac pueden ser infundados. Con UTPD en el campus, los estudiantes tienen acceso a los oficiales si surge algo durante el período de votación.
Es importante para nosotros tener cabinas de votación en el campus porque facilita la votación para los estudiantes. Ver a otras personas votar en nuestra comunidad anima a otros a ir a votar, y lo hace menos intimidante.
Estamos desanimando a los estudiantes a votar porque tienen que cambiar sus rutas diarias debido a que el lugar de votación dentro de la Biblioteca Perry-Castañeda fue trasladada a la Escuela de Asuntos Públicos de LBJ.
“Creo que hace más difícil para los estudiantes votar… creo que es muy inaccesible para la mayoría de las personas”, dijo Alyssa Fisher,estudiante de tercer año de gobierno y estudios de mujeres y género.
Por lo general, hacer que los estudiantes se esfuercen por votar hace que sea más difícil para nosotros cumplir con nuestro deber cívico.
“Es una forma clara de supresión de votantes, especialmente para estudiantes universitarios como yo, que pueden no tener un carro o acceso al transporte público, o incluso el tiempo para subirse a un autobús y salir del campus”, dijo Fisher.
Pero Isaac dijo que ella cree que este proyecto de ley no disminuirá la participación de los jóvenes.
“Tengo la máxima confianza en que los adultos jóvenes de Texas puedan votar, sin importar dónde se encuentre el lugar de votación”, dijo Isaac. “Y creo que también son capaces de salir del campus para ir a votar”.
Sin embargo, votar ocupa tiempo. Sin cabinas de votación universitarias, los que participen serán los más apasionados por la política. Si bien, algo de participación es mejor que nada, nuestro país tiene todo tipo de ciudadanos moderados que también merecen que se escuche su voz.
“Hace unos años, trabajamos para conseguir un segundo lugar de votación en UT porque ya había demasiados estudiantes que necesitaban votar… y la gente esperaba de dos a tres horas para votar”, dijo la representante Gina Hinojosa. “No hay duda de que cuando se requiere que las personas esperen horas para votar, habrá personas que simplemente no votarán”.
Hinojosa dijo que los estudiantes deben comunicarse con sus representantes estatales para evitar que se apruebe este proyecto de ley.
Los centros de votación en los campus universitarios son una parte integral de la representación del voto juvenil.
“Es importante que escuchemos a… todos los votantes registrados el día de las elecciones, porque es importante que las leyes que hacemos en este estado y en este país reflejen las creencias de la población y eso es lo que asegura una fuerte democracia”, dijo Hinojosa.
Muthukrishnan es un estudiante de primer año de gobierno y raza, indigenidad y migración de Los Gatos, California.