El proyecto de ley 900 de la Cámara de Representantes de Texas requeriría que los vendedores de libros revisen la posibilidad de contenido sexual antes de venderlos a las escuelas públicas

Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 6 de abril por Isabella Zeff y fue traducido al español por Andrea Arias-Zarate.

Un proyecto de ley de la Cámara de Representantes de Texas propone prohibir los libros con contenido sexual en las bibliotecas de escuelas públicas. 

La HB 900, presentada por el Comité de Educación Pública el 29 de marzo, requeriría que todos los vendedores de libros escolares le den a cualquier libro con referencias al sexo una calificación de “relevante sexual” o “sexualmente exlícito”. 


Los vendedores no podrían vender ningún libro sexualmente explícito que “describe o retrata la conducta sexual… de una manera evidentemente ofensiva” a los distritos escolares. Los libros considerados sexualmente relevantes según la ley – definidos como cualquier material que describa o retrate una conducta sexual – requerirían la aprobación de los padres para que los estudiantes puedan accederlos. 

Sin embargo, la legislación ha levantado banderas rojas para algunos defensores que dicen que su lenguaje vago se dirige a ciertos grupos minoritarios más que otros. 

(El proyecto de ley) no se trata necesariamente de tratar de proteger a los niños tanto como de tratar de censurar lo que ven los niños”, dijo Teah Mbang, un estudiante de tercer año de desarrollo y aprendizaje aplicado que planea ser maestra. 

Camille Reyes, estudiante de primer año de estudios sobre la juventud y la comunidad, dijo que colocar una calificación o advertencia de contenido al comienzo de un libro sería útil para advertir a los estudiantes sobre contenido inapropiado, pero que el gobierno no debería vaciar libreros. 

“Personalmente no estoy en contra de la calificación real de libros”, Reyes dijo. “Yo creo que los estudiantes deberían tener acceso a todos los tipos de libros, pero no creo que todos los estudiantes deban leer todos los libros disponibles”. 

Un análisis de 2022 de PEN America encontró que Texas ya ha prohibido más libros de las bibliotecas escolares en el último año que cualquier otro estado. 

En 2021, el ex representante de Texas, Matt Krause, creó una lista de prohibición de libros que provocó  que los distritos escolares revisen cientos de libros dentro de sus bibliotecas. La lista tuvo un impacto desproporcionado en las historias de personas LGBTQ+ y personas de color, dijo Carisa Lopez, directora política sénior de Texas Freedom Network, una organización estatal de justicia social y defensa.

Mbang dijo que ve este proyecto de ley tiene un efecto similar. 

“Prohibir libros y no permitir que las bibliotecas escolares se llenen de libros que representen una multitud de identidades realmente priva a los niños de verse reflejados en los medios (y) también les roba la capacidad de desarrollar un sentido de aceptación por otras personas que tienen identidades diferentes a la suya”, dijo Mbang.

Durante una audiencia del Comité de Educación Pública de la Cámara para el proyecto de ley, los opositores expresaron su preocupación de que el lenguaje del proyecto de ley era demasiado ambiguo, lo que Lopez dijo que dificultará la promulgación del proyecto de ley.

“Crea mucha burocracia y trámites burocráticos para permitir que los estudiantes accedan a ciertos tipos de libros”, dijo Lopez. “Se siente difícil de implementar porque hay muchas definiciones vagas en este proyecto de ley sobre cómo categorizar y qué significa ‘explícito’.

Se espera que la HB 900 avance a la Cámara en pleno para su votación, aunque no se ha fijado una fecha. 

“Nosotros tenemos una batalla cuesta arriba en el estado de Texas”, dijo Lopez. “Pero hemos visto personas participando en esta sesión (legislativa) en números sin precedentes y es difícil ignorar eso. … Haremos todo lo posible para luchar contra la HB 900 y todos los demás proyectos de ley similares”.