Tirando rápidamente de las cuerdas de su guitarra, el cantante llena el silencio del pequeño cuarto. Parra procede a enganchar al público con su voz suave, algo que ha perfeccionado desde que tenía seis años.
“Cuando (era) niño empecé a cantar porque mi mamá era cantante”, dijo Ricardo Parra, cantautor de Concepción, Chile. “Ella me acompañaba en la guitarra y yo cantaba en la casa, principalmente”.
Parra empezó a componer sus propias canciones después de la adolescencia y lanzó su primer CD a los veinte años. Ahora reside principalmente en la Ciudad de México, mudándose con el fin de crecer como músico ya que su ciudad natal tenía oportunidades limitadas. Allí ha podido presentarse en el Instituto Nacional de Bellas Artes de México, junto a otros sitios históricos de Norte y Sudamérica. El cantante toca una variedad de géneros musicales, como bossa nova, folk y latín.
En el concierto, con una atmósfera íntima de unas 25 personas en la sala de conferencias de la Biblioteca Latinoamericana Benson, Parra tocó algunas de sus propias piezas. También cantó una variedad de canciones del movimiento La Nueva Canción, que está compuesto de música de inspiración folclórica para abogar por el cambio social en América Latina.
“Me interesa poder entregar un mensaje que sea positivo, esperanzador, a otras personas que a veces pasan por momentos difíciles”, Parra dijo. “Así como también me gusta poner atención a la belleza que encontramos en la naturaleza”.
Estos mensajes inspiradores se pueden encontrar en su alegre canción de jazz, “Burbujas de Música”, que trata de un hombre que sale a caminar después de un largo día y luego, después de ponerse los auriculares, siente como si estuviera flotando sobre burbujas de música.
“Me encantó la canción de las burbujas, porque son momentos que se van como así”, dijo Barbara Rodriguez. “Entonces es como una canción que te tienes que relajar y sentir el momento”.
Rodriguez dijo que vino al evento con su esposo, lo que hizo el concierto mucho más significativo para ella al compartir esos momentos.
Durante el concierto, todas sus canciones incorporaron varios riffs de guitarra, pero entró en juego un instrumento imaginario. Mientras cantaba una versión bossa nova de “Bésame Mucho” de Consuelo Velazquez, creaba burbujas en su boca, seguidas de sonidos falsos de trompeta.
“¿Te gustó mi trompeta imaginaria?”, Parra preguntó a la audiencia, seguido por risas de la multitud.
Reflexionando acerca de su vida, Parra dijo que le gusta analizar las cosas y cómo pueden ser interesantes para otras personas, lo cual siempre está presente en sus canciones.
Al darse cuenta de que hay una belleza en la naturaleza y que todo cambia, Nick Pereira, exalumno de UT, se sintió conmovido por las canciones de Parra.
“La vida es corta. Es importante disfrutar y es importante hacer las cosas que te dan amor y felicidad”, dijo Pereira.
Guillermo Correa Cervantes, estudiante de tercer año de RTF, dijo que este evento lo ayudó a explorar nueva música como una persona interesada en los paisajes sonoros musicales de América Latina.
“Sentí que siendo alguien que viene de América Latina, yo todavía tengo mucho que descubrir porque solo conozco la música de México y quizá no la de Chile”, dijo Correa Cervantes. “Para personas como yo y para todos los que atendemos estos eventos, nos ayuda mucho a tener esa misma diversidad, no nada más en las personas, pero en la música que trae”.