Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 3 de marzo por Tyler Pullum y fue traducido al español por Maria Fernanda Castro.
Para los estudiantes de primer año entrantes, la experiencia de estar en los Forty Acres por primera vez marca un recuerdo que la mayoría nunca olvidará. Para muchos, encontrar una comunidad resulta difícil, pero un programa patrocinado por Texas Exes busca permitir que los estudiantes se conecten con sus compañeros antes de su primer día de clases.
Camp Texas, establecido en 1993, es una iniciativa en la que los estudiantes de primer año entrantes asisten a un retiro de tres días durante el verano para divertirse y conocer gente nueva. Teniendo lugar en Camp Buckner en Burnet, pequeños grupos de estudiantes participan en actividades y juegos de formación de equipos durante todo el retiro.
Mateen Lindsay, estudiante de segundo año de gobierno y relaciones internacionales que forma parte de la junta ejecutiva de Campamento Texas, dijo que el campamento le dio todo.
“No pude asistir a mi orientación (para estudiantes de primer año) porque tenía COVID”, dijo Lindsay. “El campamento me brindó las personas más genuinas que he conocido, las personas mas cariñosas que he conocido. Me salvaron, Ahora estoy muy cerca de muchos de ellos”.
Si bien Lindsay experimentó el Campamento Texas como campista, dijo que estar del otro lado también resulta ser una experiencia gratificante.
“No nos pagan por nuestro trabajo… En realidad tienes que pagar de tu bolsillo”, dijo Lindsay. “Es muy gratificante porque esos niños te admiran mucho. Aunque solo llevo un año de ventaja, sé cuánto puedo moldear su experiencia universitaria y solo quiero ayudarlos tanto como pueda”.
Saul Compean, estudiante de segundo año de marketing y consejería, dijo que su experiencia con Camp Texas en la escuela secundaria lo animó a convertirse él mismo en consejero.
“En mi experiencia, los campistas y los consejeros definitivamente trajeron un sentido de comunidad, lo que me llevó a querer ser consejero y brindar ese tipo de experiencia a otros campistas”, dijo Compean.
Además, Compean dijo que Camp Texas le brindó la oportunidad de ser parte de algo mucho más grande que él mismo. Después de tener su propia experiencia de estar ansioso por venir a UT, Camp Texas le dio un sentido de comunidad.
“Ayudar a los estudiantes a ser bienvenidos en algo que puede ser realmente aterrador… (y) poder brindar esa sensación no solo de comunidad sino también de consuelo en este lugar al que muchas personas realmente temen, es esencialmente lo que esperaba”, dijo Compeán. Muchos consejeros de Camp Texas se llevan las lecciones y los recuerdos de su entrenamiento en Camp Buckner de por vida, incluida la copresidenta de Camp Texas y estudiante de gobierno y periodismo, Nina Alvarez, quien, debido a COVID-19, no pudo asistir como campista.
“Tenemos algo llamado CT Love”, dijo Alvarez, “Está tan lleno de amor que nunca sientes que no puedes ser tú mismo. En una universidad tan grande… poder encontrar (comunidad) mi primer semestre aquí fue lo más importante que necesitaba como estudiante de primer año”.
