Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 5 de marzo de 2024 por Lindsey Plotkin y fue traducido al español por Daniela Capistran.
La última vez que el equipo de béisbol de Texas, número 24 del país, ganó un juego fue hace una semana contra St. John’s. A pesar de estar en una racha de cuatro derrotas consecutivas y caer ante su rival, el número 7, Texas A&M, 9-2 el martes frente a la mayor multitud de la temporada regular de 8,060 personas, el equipo se mantiene positivo.
En sus últimos cuatro juegos, Texas se ha enfrentado a tres de los 10 mejores oponentes.
El junior redshirt, Kimble Schuessler, comenzó su carrera de béisbol universitario en Texas A&M y ahora es el catcher titular en Texas. Schuessler también ha sido uno de los mejores bateadores del equipo con 14 hits y 12 carreras impulsadas en la temporada.
La temporada aún es temprana y Schuessler lo entiende.
“Nuestros bates han mostrado buenas señales y nuestros lanzamientos aún tienen mucho camino por recorrer, pero es temprano y todos creen en el uno en el otro”, dijo Schuessler. “Podríamos tomar esto de una manera realmente negativa, es un tramo difícil, pero lo vamos a tomar desde una perspectiva positiva y seguiremos desde aquí”.
Uno de los aspectos positivos que mencionó Schuessler fue el lanzamiento. Mientras el bullpen todavía está luchando, el junior redshirt, Tanner Witt, comenzó en el montículo para Texas y a pesar de permitir un home run, tuvo una actuación sólida.
Witt todavía está regresando a su mejor forma, antes de romper su ligamento colateral cubital (LCC), pero está avanzando en la dirección correcta después de un comienzo difícil contra San Diego.
“Pensé que lo hizo muy bien, me recordó cómo era antes (de su reconstrucción del LCC)”, dijo Schuessler. “Su bola rápida tuvo mucho impulso y creo que va en la dirección correcta”.
En poco más de tres entradas, Witt realizó 68 lanzamientos, ponchó a tres, permitió tres hits y un home run para dos carreras.
Si bien el desempeño del lanzador Witt fue prometedor, el entrenador en jefe, David Pierce, dijo que el equipo aún no ha jugado tres fases completas de béisbol.
“Cuando lanzamos no jugamos a la defensiva, cuando jugamos a la defensiva no bateamos”, dijo Pierce. “Tenemos que poder jugar no solo tres fases, sino todo el partido”.
Texas permitió cuatro carreras, con un error del jardinero de último año, Porter Brown, en la pista de advertencia del jardín izquierdo, permitiendo que A&M anotaran dos carreras. Esto era justo lo que los Aggies necesitaban para liberarse y poner el juego fuera del alcance de los Longhorns.
Texas tuvo problemas en ambas fases defensivas con errores y lanzamientos, lo que obligó a cinco jugadores a hacer apariciones fuera del bullpen. Mientras Pierce estaba contento con la forma en que sus lanzadores atacaron la zona de strike, aún así dieron boletos a seis bateadores.
“Ponchamos a 12 (bateadores), así que hay suficiente material ahí”, dijo Pierce. “Realmente (ellos) llegaron con cuentas de 2-0 y (nosotros) simplemente (comenzamos) a lanzar detrás y es difícil conseguir tus lanzamientos secundarios y desequilibrar a los muchachos si continúas lanzando detrás”.
A pesar de no haber ganado en una semana, Pierce no dio marcha atrás ante el nivel de competencia que enfrenta su equipo.
“Es perfecto”, dijo Pierce. “No me importa, no me echaré atrás en la competencia. Nos hará mejores. Si jugamos contra equipos pobres no estaremos expuestos, así que necesitamos estar expuestos ahora mismo”.
Su equipo ha quedado expuesto cuatro veces seguidas, cayendo a 7-5, y ahora comenzará los juegos de conferencia este fin de semana saliendo de gira para jugar contra Texas Tech en Lubbock.