Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 8 de abril por Meaghan English y fue traducido al español por Daniela Capistran.
El mundo de la natación contuvo la respiración durante toda la temporada esperando al sucesor del entrenador en jefe de Texas, Eddie Reese. En una conferencia de prensa el 2 de abril, ese sucesor fue anunciado oficialmente como Bob Bowman, ex entrenador en jefe de Arizona State y mentor de Michael Phelps, el atleta olímpico más condecorado de todos los tiempos.
El director atlético de Texas, Chris Del Conte, anunció la llegada de Bowman y al mismo tiempo celebró el legado de Reese. Reese, a quien Del Conte se refiere cariñosamente como “Yoda”, es uno de los entrenadores de natación más famosos del mundo.
Contratado hace 46 años como entrenador en jefe de natación y clavados masculinos de Texas, llevó a los Longhorns a 15 títulos de equipos nacionales y 45 títulos de conferencia consecutivos.
Más allá de los títulos, trofeos y campeonatos, lo que hizo de Reese un entrenador tan increíble fue su enfoque en cada nadador como individuo. Este factor definitorio es lo que hizo que Reese fuera tan querido y fue la razón por la que encontrar al siguiente resultó difícil, hasta que Bowman expresó interés.
Como relató Del Conte en la conferencia de prensa, un día, la entrenadora en jefe de natación y clavados femeninos de Texas, Carol Capitani, entabló una conversación con Bowman, quien perseguía un campeonato nacional con el equipo de ASU.
“¿Qué piensas de Texas?” preguntó Capitani.
“Estoy feliz donde estoy”, respondió Bowman. “Pero mantenme informado”.
Semanas más tarde, con un título de campeonato de la NCAA en su haber, Bowman fue anunciado como el hombre que continuaría la dinastía de Reese. Era diferente de otros que buscaban el puesto.
“La mayoría de los entrenadores hablan de la sombra de Eddie, y Bob hablaba de (ser) complementario de Eddie”, dijo Del Conte.
Además de actuar como entrenador en jefe masculino, Bowman actuará como director de los equipos de natación y clavados tanto masculino como femenino. Espera aportar aún más cohesión al atletismo de Texas.
“Existe una gran ventaja al poder tener equipos masculinos y femeninos trabajando juntos”, dijo Bowman. “Mi función es guiar los dos programas hacia la próxima era en la que se haga eso”.
En sus 13 años como entrenador universitario, entrenó en Michigan antes de llevar su talento a ASU, donde transformó el equipo en uno de los mejores programas de natación y buceo del país.
Antes de entrenar de forma colegiada, Bowman se desempeñó como director de operaciones y entrenador en jefe del North Baltimore Aquatic Club, entrenando a nadadores de alto rendimiento. El más notable de ellos fue el 28 veces medallista olímpico Michael Phelps.
“El consejo que le di a Michael fue ‘Sé tú mismo y haz lo tuyo'”, dijo Bowman. “Eso es lo que cualquiera debe hacer para ser el mejor”.
Con Bowman marcando el comienzo de una nueva era de competencia acuática y continuando con el legado de excelencia por el que se conoce a Texas, planea implementar esas expectativas en los estilos de vida de sus atletas, así como en el agua.
“Tienes que comportarte y vivir como un campeón mucho antes de ganar un campeonato”, dijo Bowman.