Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 22 de abril de 2024 por Naina Srivastava y Emily DeMotte y fue traducido al español por Maryella Diaz.
Durante la mañana del 2 de abril, un empleado de la División de Campus y Participación Comunitaria anónimo y varios de sus colegas entraron a una videollamada por Zoom con los representantes de recursos humanos de la universidad. El miembro del personal, quien se reunía frecuentemente con recursos humanos por su posición, no esperaba recibir la noticia que siguió – la universidad disolvió su posición.
“Fue un poco humillante porque estás en un cuarto con 30 personas y todos nos estamos enterando de la misma noticia”, dijo el empleado, quien seguirá trabajando hasta el fin del semestre. “No podemos decir nada a cambio, solamente nos están avisando. Fue como, ‘Oh, esto es lo que está pasando- okay, ya se pueden ir’ y terminaron la junta. Se sintió como un hoyo en tu estómago preguntando,’¿Es enserio? ¿Que está sucediendo?’”
La universidad anunció los despidos y el cierre del DCCE esa tarde en un correo electrónico a los miembros de la comunidad de UT. El presidente Jay Hartzell dijo que los despidos impactaron a 49 empleados en una junta del consejo de facultad el 15 de abril. La Asociación Americana de Profesores de Universidad confirmó que 62 empleados recibieron cartas de terminación. Ambos números no incluyen los empleados que son estudiantes.
Brian Evans, presidente provisional de AAUP, dijo que la organización quiere que la universidad les dé a los empleados un “debido proceso” con una explicación de por qué están siendo despedidos.
“Las personas (despedidas) el 2 de abril no recibieron ninguna advertencia o oportunidad para reunirse con la administración superior sobre lo que sus trabajos implican y qué es los hacen para los estudiantes”, compartió Evans. “Solamente fueron despedidos”.
El empleado anónimo dijo que los despidos crearon una sensación de desconfianza en el campus de la universidad.
“Sentí tantas emociones de enojo y desesperación y pérdida. Todavía estoy de luto”, expresó el empleado. “Se siente como una gran pérdida porque, en cierto modo, sentí que este era un trabajo que cumplía todos mis requisitos, en el sentido de poder estar cerca de las personas que amo y hacer el trabajo que amo y simplemente sentirme como que tenía un propósito”.
Jen Moon, la presidenta del consejo de facultad, dijo que la decisión de despedir a los empleados tiene un “efecto escalofriante” que hace que los individuos se sientan inoportunos. El consejo de facultad y empleados lanzaron una declaración conjunta el 12 de abril expresando su desaprobación de las terminaciones y el soporte a los trabajadores afectados.
“La conclusión es que es desgarrador”, dijo Moon, un profesor de biología. “Por que estas no son personas que fueron contratadas en los últimos años para tomar una parte en DEI y luego fueron despedidas. Estas son personas que han estado aquí, en ciertos casos más de 20 años, sirviendo en todo tipo de capacidades en la universidad”.
Hartzell dijo que el cierre del DCCE y los despidos de personal se debieron principalmente a superposiciones en los programas después de los cambios relacionados con el cumplimiento del Proyecto de Ley del Senado 17. Evans compartió que muchos de los empleados que fueron terminados trabajaban con los estudiantes a diario.
“Es un poco sorprendente que sean considerados redundantes porque tienes a sus propios estudiantes con los que trabajan”, dijo Evans. “La moral aquí es bastante devastadora”.
Evans dijo que esto también pone a las posiciones de investigación en riesgo. Uno de los decanos asociados que fue terminado ayudaba a la facultad a redactar subsidios federales. La eliminación de la posición dejó a los empleados revueltos, él dijo. Evans compartió que él no es consciente de un plan para reemplazar estos servicios.
La universidad rechazó dar un comentario.
La decisión de UT de cerrar el DCCE también fue influenciada por el clima legislativo del estado que está cambiando, incluyendo una discrepancia en los niveles de confianza en la educación avanzada entre los demócratas y republicanos, dijo Hartzell durante la junta del consejo de facultad el 15 de abril. El empleado dijo que sintió que esta declaración demuestra un cumplimiento excesivo del SB 17.
“Parece como si la escuela está siendo usada como un peón en este juego político”, dijo el miembro del personal. “Es vil y repugnante poner a riesgo la vida de tanta gente, hacerles daño”.
El empleado dijo que está inclinado a buscar un trabajo fuera de UT, citando preocupaciones sobre la desconfianza hacia la Universidad con respecto a su historia DEI.
“Se siente muy tóxico”, compartió el miembro del personal. “Siento como que piensan que mi trabajo no tiene valor”.