Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 17 de septiembre del 2024 por Katherine Jones y fue traducido al español por Desiree Marquez.
Antes de ganarse el apodo de “Dirty Six”, la calle sexta tenía otro nombre: Pecan Street. Este tramo de calle, ahora sinónimo de vida nocturna, se transforma dos veces al año con motivo del Pecan Street Festival, una celebración que da vida a la vibrante escena artística de Austin.
El pasado fin de semana, el festival llenó el distrito histórico de artesanos locales, músicos y una comunidad deseosa de abrazar el corazón creativo de la ciudad. Creado hace más de 40 años, el festival ofrece a los habitantes de Austin y a los visitantes la oportunidad de disfrutar de actuaciones en vivo, artesanía local y diversos puestos de comida. Con más de 300 puestos de artesanía y varios escenarios para música en vivo, Luis Zapata, el productor del festival, afirma que el evento pone como importancia el talento y la creatividad que definen a Austin.
“Lo que sucede con Pecan es que, ciertamente, somos un espectáculo comunitario”, afirma Luis Zapata. “Somos más bien un reflejo de la comunidad local. Lo que se ve en Pecan es lo que es Austin.”
1992 Honey Co., un vendedor local, fue una de las muchas empresas que expusieron sus productos en el festival. El evento ofrece a las pequeñas empresas una conexión con la comunidad y aumenta su presencia en la ciudad.
“Siempre he creído que el objetivo de un comerciante es proporcionar un espacio y gente”, afirma Adam Sockwell, cofundador de 1992 Honey Co. “Es genial porque la comunidad puede reunir seis cuadras de comercio interior y relacionarse. Es una muy buena manera de mezclarse”.
La música juega un papel central en el Festival de Pecan Street, con actuaciones en tres escenarios diferentes a lo largo del fin de semana con más de 35 músicos de diversos géneros, entre ellos la banda de Austin Lady Monday.
“Me encanta la energía que te transmite el público”, afirma Aden Botchway, de Lady Monday. “Estar delante de todo un grupo de gente, sentir sus ojos puestos en ti y que disfrutan de la música es una sensación muy buena”.
Para Luis Zapata, productor del festival, el evento tiene un significado personal. Ex alumno Longhorn (licenciado en Economía en 1991 y Maestría en Historia Latina en 1994), Zapata recuerda el Festival de Pecan Street como una de sus primeras experiencias gratuitas con la cultura de la música en vivo de Austin.
“Cuando eres estudiante, no tienes mucho dinero para gastar en entradas. Fue una celebración espontánea y hermosa”, dijo. “La idea de que años después me den la responsabilidad de dirigir el evento… ha hecho realidad mis sueños”.
Más allá de la celebración de las artes, el Festival de Pecan Street da prioridad a la generosidad de la comunidad. Cada año, la Asociación de Pecan Street dona los ingresos del festival a diversas organizaciones locales sin fines de lucro, como Undoing Racism-Austin, Austin Community Foundation y Texas Green Network.
“La idea es que si una ciudad puede celebrarse a sí misma, puede celebrar la capacidad de tener nuevas ideas, eso significa que es una ciudad sana”, dijo Zapata. “Es una ciudad que progresa. Es una ciudad que tiene corazón y espíritu”.