Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 18 de septiembre por Mason Rouser y fue traducido al español por Maria Fernanda Castro.
El senado de Texas votó el 16 de septiembre para absolver a Ken Paxton en 16 artículos de acusación, restituyéndolo inmediatamente como fiscal general.
La cámara de representantes destituyó a Paxton en mayo, acusándolo de desacato por sus deberes oficiales, un mal uso de los recursos públicos, aceptación de sobornos y obstrucción de la justicia. Ningún artículo de juicio político superó el umbral de 21 votos que necesita el senado para destituir a Paxton de su cargo.
El veredicto llega al final de un juicio de dos semanas en donde los testigos, muchos de los cuales trabajaron anteriormente para Paxton, dijeron que él abusó de su posición como fiscal general para ayudar a su amigo e inversionista inmobiliario en apuros, Nate Paul, con su negocio. En retorno, Paul supuestamente renovó la casa de Paxton y ayudó a ocultar una relación extramatrimonial, según The Texas Tribune.
Paxton celebró la absolución en un comunicado, llamando el proceso de destitución “inmoral y corrupto”. Al regresar como fiscal general, dijo que sus próximos pasos serían continuar desafiando las “políticas anárquicas” de la administración de Biden.
Aunque el senado absolvió a Paxton en todos los cargos, él todavía tiene múltiples cuestiones legales que abordar. Actualmente enfrenta dos cargos de fraude a la seguridad estatal del año 2015 en un caso que se reanudará pronto y una investigación separada en curso de la FBI que investiga las mismas quejas que llevaron a su juicio político.