Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 17 de julio por Mason Rouser y fue traducido al español por Erika Ruiz.
El programa de UT “Lifelong Learning with Friends” ofrece acceso a cursos de educación post-secundaria para adultos con discapacidades intelectuales y del desarrollo, abriéndole las puertas a seguir su educación a su propio paso. Fue notado en un trabajo de investigación publicado el mes pasado que este programa aumenta los resultados sociales y educativos en aquellos adultos con discapacidades.
Empezado en el año 2010 por profesor asociado de neurociencia Jonathan Pierce, el programa ha desarrollado más de 200 cursos repasando varios temas como la ciencia, tecnología, ingeniería y la matemática, (STEM por sus siglas en inglés), desarrollo personal y humanidades durante los semestres escolares típicos al igual que el verano. Los estudiantes pueden tomar cuantas clases quieran que estén adaptadas a sus intereses.
Pierce, con un hijo que tiene síndrome de down, dice que él creó el programa al darse cuenta que las oportunidades educativas de su hijo disminuyen considerablemente después de graduarse de la preparatoria. El programa tiene apoyo para más de 250 adultos con discapacidades, incluyendo a 150 voluntarios anualmente.
“Cada otro año, le tocaba un maestro asombroso que lo empujaba a aprender muchas cosas, más de lo que yo pensaba que podía aprender y pues seria muy triste si ese empuje terminaría cuando el salio de la preparatoria,” dijo Pierce
Pierce dijo que el programa emplea un modelo de inclusión inversa para llevar a los estudiantes neurotípicos a entornos de educación especial creando un aprendizaje académico y social bidireccional.
“Hay bastante atención a los niños con necesidades. Es genial… es lo que necesitamos,” dijo Alisa Ishikawa, voluntaria estudiantil. “Pero los adultos igual lo necesitan. Los adultos necesitan convivir, necesitan comunicarse diariamente con amigos, y yo creo que se necesitan más oportunidades como estas y estoy muy feliz de haberla encontrado.”
Jack Shepherd, un estudiante tomando clases con el programa “Lifelong Learning with Friends”, asistió a una clase de cocina y dijo que ha aprendido sobre varios temas desde la música a cómo regular sus emociones.
“Me caen bien los voluntarios y los estudiantes porque me da una oportunidad de conocer a gente nueva, y me gusta mucho eso”, dijo Shepherd. “Me gusta expandir mis horizontes.”
Pierce y la directora del programa Kaelin Rubenzer publicaron un artículo el mes pasado que noto que el programa aumenta las expectativas que estos adultos tienen para sí mismos sobre sus discapacidades intelectuales y del desarrollo. Además de eso, le da una gran oportunidad aquellos voluntarios estudiantiles que serán nuestros médicos, maestros y científicos un día, entrenamiento importante del mundo real al trabajar con estos individuos.
“Para los 1,500 voluntarios que hemos reclutado a través de este largo tiempo de organizar el programa, aproximadamente el 40% de la gente nunca había tenido una experiencia personal con gente con discapacidades. Eso es loco porque ellos forman una gran parte de la población,” graduado de neurociencia Rubenzer dijo. “Simplemente yo creo que es muy importante que una plataforma como esta esté conectando a estudiantes de UT con personas con discapacidades, esa visibilidad es la clave para mejorar la promoción y el apoyo a (personas con discapacidades).”
Voluntarios y estudiantes dijeron que el cariño que forman y los rostros conocidos los traen de vuelta a clases nuevas cada semestre. Ishikawa dijo que está emocionada por ver a todos que no ha visto desde la última vez que fue voluntaria.
“Me encanta porque es un centro donde veo a mis estudiantes de los semestres anteriores, es muy bueno verlos de nuevo,” dijo Ishikawa. “Una de las estudiantes fue mi mejor amiga el verano pasado y no la he visto desde esa clase. Ahora voy a estar con ella de nuevo en esta clase.”