Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 13 de septiembre por Matthew Collier y fue traducido al español por Isabela Ocampo Restrepo.
Después de cinco décadas como músico profesional, enseñando en conservatorios y tocando con orquestas establecidas, Mark Bernat y su esposa se mudaron a la Ciudad de Iowa en el 2008, en donde encontraron una decepcionante falta de oportunidades musicales.
“Desde que deje las ciudades grandes con muchas actividades musicales como Nueva York, Nueva York, Seattle y Atlanta, no tenía mucho acceso a trabajar”, dijo Bernat. “Así que nos juntamos y creamos un programa en los hospitales y clínicas de la Universidad de Iowa”.
El programa en Iowa, que consistía en una orquesta compuesta por trabajadores hospitalarios, estudiantes universitarios y músicos ciudadanos, tocó para los pacientes del hospital por 12 años antes de que Bernat se mudara a Austin. Bernat decidió continuar el programa en UT, donde opera bajo el nombre de Red River Ensamble, una orquesta dirigida por voluntarios que se presenta dos veces al año para los residentes del hospital en Dell Medical Center.
“Primero comencé solo para mantenerme ocupado”, dijo Bernat. “Empecé a tocar un poco en el hospital. Comencé a conseguir voluntarios en el hospital y gradualmente creció hasta el punto en que tenía un presupuesto sustancial donde podía traer músicos profesionales de todo el país”.
Después de mudarse a Austin, Bernat llevó la idea a UT con la misma apertura a los voluntarios curiosos que en Iowa.
“La mayoría de la gente no lo creería, pero no tenemos absolutamente ninguna audición”, dijo Bernat. “Lo único es que antes que la gente se presente, solo digo que deben tener un instrumento y deben saber leer música. A todos (los voluntarios) les encanta (tocar) la música. Ellos entienden lo que estamos haciendo y lo llevamos a un nivel bastante alto”.
Este enfoque de reclutamiento da como resultado una variedad amplia de exalumnos de UT y otros quienes ayudan a preparar las presentaciones en el atrio del Dell Medical Center, con una mezcla de descubrimiento aleatorio y reclutamiento semiactivo para mantener altos números del ensamble.
“Mark estaba haciendo una presentación en el edificio Norman Hackerman en el campus y resultó que yo estaba estudiando allí ese día”, dijo Abby Hall, estudiante de último año de neurociencia y miembro del ensamble musical. “De pura casualidad dije: ‘Ah sí, yo toco el violonchelo’. Él dijo: ‘Bueno, necesitamos un violonchelo para el Red River Ensamble’, y termine aquí”.
“Puede parecer difícil lidiar con las obligaciones de la vida estudiantil y la vida en general con ensayos semanales y práctica independiente, pero Hennah Hajari, estudiante de segundo año de psicología y miembro del ensamble, dijo que balancear el compromiso es más fácil de lo que esperaba.
“El ensamble siempre ha funcionado de una manera muy consistente, los miembros pueden cambiar a veces”, dijo Hajari. “La gente se ocupa, por lo que siempre ha sido bastante informal. Si tienes un conflicto y no puedes participar por un semestre, no se preocupan por ello”.
Por encima de todo, el compromiso de brindar a los residentes hospitalarios música bonita motiva a los miembros a hacer su mejor presentación, ya sea grande o pequeña.
“Es algo bonito”, dijo Hajari. “(el personal del hospital) pasa y nos graba. Es agradable brindarles un poco de alegría… es agradable ver (a los pacientes) pasar, sonreír y tal vez sentarse unos minutos y escuchar”.