Nota de editor: este artículo se publicó por primera vez el 22 de noviembre del 2024 por Meaghan English y fue traducido al español por Maria Gomez.
Después de perder 3-2 en su último enfrentamiento, las Longhorns se vengaron contra las Sooners con una barrida en tres sets el sábado por la noche.
El partido del 3 de noviembre contra Oklahoma fue la última derrota en una racha de tres partidos perdidos que dejó a los aficionados de Texas llenos de preguntas: ¿Tiene Texas el potencial para estar a la altura de su historial de campeonatos nacionales? ¿Están preparados para las rondas de la NCAA este año? ¿Serán capaces las Longhorns de tener éxito en la competencia de la Conferencia del Sureste?
Los últimos tres partidos desde esa racha de derrotas han respondido a cada una de esas preguntas con un rotundo sí. En los encuentros posteriores a la derrota contra Oklahoma, las Longhorns han superado a Mississippi, Auburn, Alabama y ahora a Oklahoma, todos en sus propias canchas y en cuatro sets o menos.
En este partido contra Oklahoma, las Longhorns derrotaron a los Sooners en sets de 25-14, 25-15 y 25-19. Texas comenzó el primer set con total dominio, logrando un porcentaje de ataque de .467 y cuatro aces. En el segundo set, Texas estuvo abajo 10-8 antes de tomar la delantera 15-12 y mantenerla hasta el final. El tercer set se definió casi tan rápido como comenzó, con Texas tomando una ventaja de 15-6 y sosteniéndose hasta el final del partido.
La atacante de cuarto año, Madisen Skinner, fue formidable con 21 remates en solo 29 ataques, lo que le dio un porcentaje de ataque de .690. Este es el cuarto partido de Skinner esta temporada con más de 20 remates.
La presencia de Skinner se echó de menos en la cancha durante gran parte de esta temporada. El entrenador en jefe, Jerritt Elliott, atribuye su éxito a una tranquilidad renovada.
“Ha estado jugando con mucha más libertad ahora”, dijo Elliott en la disponibilidad de prensa del miércoles. “Simplemente está disfrutando y divirtiéndose en estas últimas semanas”.
La líbero de tercer año, Emma Halter, lideró la línea de recepción de las Longhorns con 13 excavaciones y cuatro asistencias. Halter habló sobre cómo el equipo ha recuperado su ritmo.
“Parece que hemos recuperado un poco de nuestra confianza”, dijo Halter. “Como ‘Tenemos el control aquí’, y eso es algo que hemos estado tratando de encontrar durante toda la temporada”.
Para Halter, no hubo un momento particular en el que el equipo de repente encontrara esa confianza colectiva. El cambio ocurrió dos semanas antes del partido contra Oklahoma, durante un periodo en el que el equipo estuvo entrenando constantemente.
“Era simplemente práctica, práctica, práctica, y en ese proceso logramos establecer un grupo y sistemas que sentimos que no estaban bien definidos”, explicó Halter. “Siento que esa semana fue un punto de inflexión importante para nosotros”.
De cara al segundo partido contra las Sooners, el enfoque principal de Elliott fue mejorar la precisión en el juego. La mayor causa de su derrota el 3 de noviembre fueron las numerosas faltas acumuladas en la cancha. Con esas correcciones, el equipo parece estar en su mejor momento de la temporada.
El equipo de voleibol de Texas regresará a la cancha esta próxima semana, enfrentando a Tennessee el miércoles a las 7 p.m. en el Gregory Gym, seguido de un partido el sábado contra Ole Miss a las 11 a.m.