Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 25 de febrero de 2025 por Karthik Nemmani y fue traducido al español por Isabela Ocampo Restrepo.
La superestrella de los Phoenix Suns, Kevin Durant, guarda en su corazón un lugar especial para Texas.
Por primera vez desde que se fue como longhorn hace dieciocho años, Durant regresó a UT para jugar un partido de temporada regular este pasado jueves, con los Phoenix Suns enfrentados contra los San Antonio Spurs en el Moody Center.
“Van a venir a apoyarnos por los Spurs y por un ex Longhorn como yo, pero creo que si fuera cualquier otro equipo el que viniera aquí, estarían emocionados por el baloncesto”, dijo Durant en el Longhorn Network el miércoles antes del partido. “Esta ciudad es una ciudad de baloncesto, y el (Moody Center) está hecho para el baloncesto de la NBA”.
El retorno de Durant trajo una marca de asistencia de 16,246, un récord histórico en el Moody Center. Durant logró 9 de 13 en tiros de campo y 3 de 6 en triples para obtener 22 puntos de manera eficiente; sin embargo, el partido no salió como él y los Suns esperaban, perdiendo 120-109.
Seleccionado después de su primer año, el tiempo de Durant en Texas pudo haberse visto interrumpido, pero su conexión con la universidad sigue siendo fuerte, citando la camaradería de su antiguo equipo como una de las principales razones.
“Creo que entramos con siete u ocho freshmen ese año”, dijo Durant. “Así que éramos un grupo muy unido. Estábamos experimentando cosas por primera vez juntos”.
El grupo estaba compuesto por ex jugadores de la NBA como D.J. Augustin y Damion James, el compañero freshman Justin Mason y otros, quienes se divirtieron dentro y fuera de la cancha. Aunque Durant fue una de las celebridades del campus durante su tiempo allí, aún se aseguró de vivir la experiencia completa de Texas.
“Solíamos caminar por 6th Street los fines de semana después de nuestros partidos del sábado”, dijo Durant. “Esos fueron los momentos más memorables”.
Cuando tomó la cancha en el antiguo Frank Erwin Center, Durant dejó su huella en los libros de historia y se consolidó como un ícono del baloncesto Longhorn en su primer año jugando. En la temporada 2006-07, promedió 25.8 puntos y 11.1 rebotes, lo que lo llevó a ser reconocido con el Wooden Award y el premio al Jugador del Año de Naismith College, siendo el primer freshman en lograr cualquiera de los dos.
“Sentía que estaba jugando en una arena de la NBA”, dijo Durant. “Así que cada noche, poder ver esa energía por el baloncesto, cuando (Texas) es considerada una universidad de fútbol, fue bastante genial”.
Durant destacó la energía y el apoyo de los fans durante su tiempo como Longhorn, mencionando su entusiasmo incluso durante la época dorada del fútbol de Texas.
“Para los partidos contra Texas Tech, los partidos contra Texas A&M, (los fans) comenzaban a acampar, así que cuando empecé a ver eso, esa experiencia fue genial”, recordó. “Los fans realmente nos apoyaron a medida que avanzaba la temporada”.
Durant sigue teniendo un interés en Austin y los deportes de Texas, especialmente en el baloncesto femenino. Apoya frecuentemente al baloncesto femenino de los Longhorns y recientemente presentó una oferta para traer un equipo de la WNBA a Austin, ya que la liga intenta agregar una 16ª franquicia.
“Siempre hemos tenido un gran apoyo aquí para el baloncesto femenino”, le dijo a KVUE. “Tenemos a una de las mejores entrenadoras, algunas de las mejores jugadoras que han pasado por aquí… un gran talento en (Madison Booker). Todo a lo largo de la línea”.