Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 12 de octubre de 2025 por Maria Vazquez y fue traducido al español por Cassandra Rodabaugh.
Cuando era una niña en México, cada 16 de septiembre significaba ir a la escuela en vestimenta tradicional para el día de la independencia mexicana. Mis compañeros y yo celebrabamos con desfiles, música y comida—todo en un día de orgullo nacional. Después de mudarme a los Estados Unidos, noté que ese mismo espíritu de reconocimiento cultural se extiende de un día a un mes entero de herencia hispana. Aquí, las tradiciones son vistas no sólo como expresiones culturales, sino que también como parte de un esfuerzo extenso por reconocer la historia y contribuciones de las comunidades latina e hispana.
El mes de herencia hispana, celebrado anualmente desde el 15 de septiembre hasta el 15 de octubre, fue establecido para reconocer el impacto cultural, histórico y social de los hispanos y latinos en los Estados Unidos. Antes de que tuviéramos el mes de la herencia hispana, era la semana de la herencia hispana, introducida por los representantes de EE. UU., Edward Roybal y George E. Brown, en 1968. La celebración no se convirtió en un mes entero de conmemoración hasta 1989. Aunque produce visibilidad y oportunidades para la celebración, algunos notan que meses de herencia pueden funcionar más como reconocimiento simbólico que como promesa de cambio estructural.
“(El mes de la herencia hispana) refleja una larga historia de la presencia latina en los Estados Unidos que es anterior a la de EEUU,” dice Luis Urrieta, profesor de estudios culturales en educación. “El reconocimiento de este mes refleja una lucha política de generaciones anteriores. …Algunos de nuestros ancestros políticos, representantes, y miembros del congreso lucharon por esto, así que creo que es en reconocimiento de sus esfuerzos también.”
Estas críticas vienen durante una época donde conversaciones nacionales sobre inmigración y educación son especialmente prominentes. Las investigaciones muestran que la retórica y la política relacionadas con la inmigración influyen en cómo las comunidades latinas experimentan la pertenencia en los Estados Unidos. Una investigación de Brookings Institution reveló que campañas de anuncios anti inmigratorios afectan negativamente al sentido de pertenencia de los latinos y aumentan sus niveles de estrés. Igualmente, investigadores en George Washington University vincularon la retórica política con niveles elevados de ansiedad y depresión en jóvenes latinos.
“Cuando hay una reacción política negativa en nuestras comunidades y problemas como la inmigración siendo representados negativamente en los medios, eso también impacta las formas en que celebramos y nos organizamos”, dijo Urrieta.
Pero para estudiantes en UT, el mes puede ser una celebración y una herramienta de solidaridad.
“Tienes que celebrar la cultura para que prospere”, dijo Lola Ochoa Guerrero, una estudiante de segundo año estudiando historia y copresidenta del “Hispanic and Latinx Student Association”. “Es más cómo familia porque estamos en esto juntos.”
Todavía, unos sostienen la idea de que los meses de herencia son principalmente para celebrar la cultura. Aunque eso es cierto, también funcionan para destacar el orgullo cultural actual y las contribuciones culturales del pasado. Al presentar visibilidad en espacios donde las historias de hispanos y latinos frecuentemente son pasadas por alto, el reconocimiento público puede crear oportunidades para la educación y empezar conversaciones que a lo mejor no pasarían de otra manera.
El poder de este mes se encuentra en su posición dual de celebración y reflexión. No solo afirma tradiciones culturales, sino que también inspira conversaciones sobre cómo las instituciones y comunidades pueden apoyar mejor a la población hispana y latina durante el año. Aunque los festivales y eventos atraen visibilidad, el impacto que dura depende de si el reconocimiento es complementado con oportunidades educativas y soporte extendido o no.
Vázquez es una estudiante de segundo año de periodismo de Monterrey, México.
