Nota del editor: este artículo se publicó por primera vez el 28 de septiembre por Michael Zhang y fue traducido al español por Amy DonJuan.
Stuart Reichler, profesor asociado de práctica en el Freshman Research Initiative, ofrece a los nuevos estudiantes de UT su primera experiencia con la investigación académica. Desde que empezó a enseñar en UT hace 22 años y ha vivido en Austin incluso más tiempo, Reichler dijo que el campus se convirtió en algo más que un simple lugar para trabajar.
“Mis raíces aquí son bastante profundas”, dijo Reichler.
Sin embargo, recientemente a Reichler le resulta más difícil hablar con cariño de UT. Después de que los legisladores aprobaron proyectos de ley que prohíben las oficinas de diversidad, equidad e inclusión en las universidades públicas, limitando la titularidad y otros cambios políticos que afectaron la educación más alta en todo el estado, Reichler dijo que él y sus colegas recientemente encontraron agotador el ambiente de la universidad.
“Además de sentirme un poco desinflado y desmoralizado… es agotador tener que seguir librando esta lucha política una y otra vez”, dijo Reichler.
En una encuesta reciente publicada por la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios y la Asociación de Profesores de Texas, el 63.3% de los profesores de Texas respondieron que no recomendarían Texas para un puesto docente a sus colegas que son fuera del estado, y el 28.7% planea entrevistarse en otro lugar este próximo año y el 19.1% dijeron que ya habían entrevistado en otro lugar desde el 2021.
De los encuestados, el 56.8% informó que el clima político actual de Texas es la causa principal. Otras razones populares relacionadas con el clima político de Texas incluyeron cuestiones sobre DEI, libertad académica, tenencia, salud reproductiva y acceso al aborto y asuntos LGBTQ+.
Brian Evans, presidente interino de AAUP y líder en los esfuerzos de la encuesta, describió cómo los resultados resaltan un futuro preocupante para UT.
“Tuvimos profesores que rechazaron ofertas debido a los planes de medidas legislativas para la educación más alta”, dijo Evans. “En la siguiente sesión, tuvimos estudiantes graduados de la facultad que se fueron”.
Los resultados de la encuesta muestran una tasa de rotación anormalmente alta y sin precedentes, dijo Evans, presagiando un futuro muy preocupante para toda la educación superior en Texas.
Karma Chávez, miembro del comité ejecutivo del capítulo AAUP de UT, dijo que ella personalmente notó un “efecto paralizador” entre los profesores. Chávez dijo que sus colegas que impartían clases de estudios raciales y étnicos retrasaron algunas de sus clases por temor a represalias políticas.
“Se ha creado un miedo cultural y ha habido muy poco liderazgo en comunicación por parte de la administración en lugares como UT que pueda calmar los temores de los profesores”, dijo Chávez. “Todo ha estado en redes de susurros y eso no es suficiente”.
Sin embargo, el impacto de esta legislación va más allá de un simple “efecto paralizador” entre el personal actual.
Según Reichler, los recientes ataques a la titularidad, junto con los salarios más bajos para los profesores y el personal de apoyo típicos de las universidades públicas, hacen que escuelas como UT parezcan menos atractivas para el talento de alta calidad.
“La mayoría de los profesores entienden que normalmente se gana menos salario que en el sector privado”, dijo Reichler. “Los beneficios son que tienes más control sobre tu investigación cuando trabajas en una universidad y tienes esta permanencia (potencial)… que te da cierta libertad y cierta seguridad laboral,… así que cuando estás (amenazando) de quitar una de las patas de ese taburete, la gente pensará si realmente quieren venir aquí o no”.
Jacob, un estudiante de posgrado en ingeniería que pidió ser referido sólo por su primer nombre, destacó su perspectiva sobre la importancia de la permanencia, describiendo la seguridad laboral, la libertad académica y la diversidad de pensamiento que brinda a los profesores.
“El santo grial en tu carrera académica es conseguir la titularidad”, dijo Jacob. “Te permite una completa seguridad laboral, y la seguridad laboral, particularmente cuando estás en una posición que requiere que seas franco sobre temas controvertidos, es simplemente muy importante”.
La AAUP también mencionó que los profesores de otros estados, como Georgia, Carolina del Norte y Florida, tienen sentimientos similares debido a influencias políticas recientes.
En una encuesta similar de United Faculty of Florida realizada a principios de este mes, casi 300 de 642 encuestados dijeron que planeaban buscar empleo en otro estado durante el próximo año, y 233 dijeron que no planeaban permanecer en el mundo académico a largo plazo debido a los cambios de la titularidad, los contratos y la libertad académica.
Estos resultados se produjeron después de que Florida planeara limitar los esfuerzos de DEI de las universidades públicas y aprobara una legislación con éxito a principios de este año que permite a los administradores de las universidades públicas solicitar una revisión de la titularidad “en cualquier momento”.
Andrew Gothard, presidente de la UFF y profesor de Florida, vio de primera mano el daño que estos cambios políticos causaron en las universidades de Florida.
“En todo el estado, las búsquedas de profesores están fracasando”, dijo Gothard. “No pueden cubrir todos los roles que quieren para las personas que se van… y si no fallan, la calidad y la cantidad de candidatos han disminuido significativamente. La moral es muy baja. La gente está desanimada. Están molestos. Se sienten atacados y difamados por sus líderes electos”.
Gothard dijo que muchos de los académicos competitivos actuales de Florida ahora han considerado abandonar el estado y los nuevos académicos que se entrevistan para puestos comenzaron a eliminar Florida como una opción.
No son sólo las universidades estatales rojas conscientes de esta rotación de profesores; otras universidades públicas también están observando atentamente la evolución del personal en estas universidades, pero por una razón diferente.
Sean Gailmard, profesor de la Universidad de California, Berkeley, describe cuántas universidades fuera de estos estados rojos ven a los académicos que se van por motivos políticos como una posible oportunidad de contratación, y a menudo prestan atención especial a sus solicitudes.
“Cuando busquemos profesores en las universidades públicas de Texas, les daré esa segunda o tercera mirada”, dijo Gailmard. “Esas son razones realmente importantes para que podamos decirles: ‘Oigan, tendrán un buen futuro en las universidades de nuestro estado’”.
El presidente de la Universidad, Jay Hartzell, abordó las preocupaciones sobre la retención de profesores en su reciente discurso sobre el estado de la universidad, donde dijo que la capacidad de UT para encontrar profesores calificados sigue siendo de clase mundial.
“Este es el principal destino mundial para la educación más alta, y estamos en un grupo especial de universidades que la brindan”, dijo Hartzell. “Solo este año contratamos a más de 200 profesores. Acabamos de ascender a unos 230 en una variedad de rangos y roles en la Universidad”.
Reichler dijo que, aunque no está considerando dejar UT, comprende las difíciles decisiones que enfrentan sus colegas considerando los impactos tanto personales como profesionales de los recientes cambios políticos.
“Tengo colegas que tienen puestos de trabajo y que han cambiado de institución”, dijo Reichler. “No es algo inaudito. Es más complicado, (pero) simplemente hay muchas complicaciones (con) los cónyuges y las familias y la vida que has construido dependiendo de cuánto tiempo has estado en Austin”.
Reichler dijo que, en última instancia, Texas en su conjunto necesita darle más valor a la educación más alta.
“Nuestra institución… y las otras universidades públicas de Texas realmente necesitan trabajar más duro para que la gente sepa lo que sucede, y lo crítico que son nuestras instituciones para nuestro estado”, dijo Reichler.