Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 18 de septiembre de 2025 por Mateo Vallejo y fue traducido al español por Valeria Cruz Butrón el 19 de septiembre de 2025.
de Estudiantes de Posgrado en UT le está fallando a sus constituyentes.
El año académico 2025-26 en UT presenta desafíos sin precedentes para los estudiantes de posgrado. El año pasado, la Asamblea de Estudiantes de Posgrado ha manejado estos desafíos con demasiada precaución. Después del desmantelamiento de los programas de diversidad, equidad e inclusión bajo el proyecto de la ley del Senado 17 y la pérdida de los sistemas de apoyo a los estudiantes de posgrado, el GSA ha permanecido en silencio y ha dejado a miles de estudiantes de posgrado vulnerables.
El desmantelamiento de los programas de DEI, consecuencia de SB17, llevaron a cerrar el “Monarch Program” que ayudaba a estudiantes indocumentados y beneficiarios de DACA, también como el “Multicultural Engagement Center”, junto con sus graduaciones culturales. En julio de 2025, la McCombs School of Business, terminó discretamente su colaboración de 40 años con el Consorcio para Estudios de Posgrado en Administración, afectando al 15% de la clase MBA 2025. Varias becas y oportunidades de ayuda financiera para investigación han sido congeladas o canceladas, y muchos miembros de facultad han sido despedidos debido a “trabajos relacionados con DEI”. Estas pérdidas atacan directamente al éxito de los estudiantes de posgrado en UT. En abril de 2025, fue reportado que algunas visas de estudiantes internacionales fueron revocadas inesperadamente. Estos reportes llegaron mientras más de 6,600 estudiantes internacionales, incluyendo estudiantes licenciados y de posgrado, asistían a UT Austin, con más de 4,600 estudiantes de posgrado.
A diferencia del senado de la facultad y organizaciones de la comunidad, el GSA no ha hablado en contra de SB 17, la falta de acción en la que los costes son pagados por los estudiantes de posgrado que ellos representan resulta en su pérdida de recursos y apoyo. Mientras el GSA ha ofrecido información de seguridad e inadecuada clarificación sobre los efectos de la SB 17, esas respuestas fueron apáticas en su obligación de representar a los constituyentes. Su silencio podría ser causado por miedo a las repercusiones desde la administración de UT, llevando a los estudiantes de posgrado a la pérdida de más oportunidades, dejando a los representantes estudiantiles con las manos atadas a la espalda. ¿Sin embargo, si fueran a pelear con sus manos atadas, porque no han comenzado a patear?
Con la representación estudiantil fallando, el GSA se ha convertido en mayoritariamente inaccesible para los muy ocupados estudiantes de posgrado. Históricamente, la participación electoral de las elecciones de la GSA ha sido baja. En 2016, 462 de los 11,331 estudiantes de posgrado votaron en las elecciones de GSA, lo que representa entre el 3.5% y el 4%. Esta tendencia continúa ya que las elecciones de gobierno estudiantil de UT Austin en todo el campus sólo vieron un 15% de la participación electoral en 2025, eligiendo a los actuales presidente y vicepresidente.
La baja participación electoral refleja una exclusión más profunda, dejando a los estudiantes de posgrado ampliamente desconectados de sus representantes. Las reuniones este año están programadas una vez cada dos semanas durante horas laborales, los lunes al medio día, dejándolas inaccesibles para los estudiantes con responsabilidades prácticas o con trabajos extracurriculares.
Con la exclusión de los estudiantes de posgrado que trabajan, el GSA ha subrepresentado las experiencias de los estudiantes de posgrado más vulnerables. Los estudiantes que necesitan apoyo ahora más que nunca, estudiantes de la clase trabajadora, cuidadores, personas de color, son los menos capaces de tener accesso a la representación, creando un círculo de inaccesibilidad y subrepresentacion.
Una asamblea que tome en cuenta las necesidades actuales de los estudiantes de posgrado tendrán que aprobar audaces resoluciones condenando el desmantelamiento de las iniciativas de DEI, el GSA no lo ha hecho. Una asamblea que priorice la representación de los estudiantes de posgrado más vulnerables tendría que hacer sus procesos accesibles, el GSA no lo ha hecho. El GSA necesita abrazar la acción y la transparencia para los estudiantes de posgrado.
Este año, la neutralidad no es más que complicidad. Mediante la colaboración, la asamblea debe enfrentar las posibles consecuencias de condenar SB 17 y sus repercusiones, como la AAUP, Texas NAACP, El Consejo de Facultad de UT y otros. La GSA debe decidir ahora luchar por el futuro de los estudiantes de posgrado. ¿En 2026, estará la GSA a la altura de este momento?
Vallejo es estudiante de Maestría en Ciencias en Trabajo Social de Weslaco, Texas.
