Nota del editor: Este artículo se publicó por primera vez el 9 de octubre de 2025 por Anjum Alam, y fue traducido al español por Valery Martinez Rodriguez el 11 de octubre de 2025.
Una proclamación presidencial emitida el 19 de septiembre impuso una tarifa de $100.000 en las peticiones de las visas H-1B, que permiten que profesionales extranjeros, como los estudiantes internacionales a punto de graduarse, trabajen en los Estados Unidos.
La proclamación requiere a las empresas que paguen la tarifa por cada nueva petición de visas H-1B rellenada después del 21 de septiembre. Previo a la proclamación, le hubiera costado a las empresas de $2.000 a $5.000 por petición dependiendo del tamaño de la empresa, según el consejo de immigracion americana (American Immigration Council).
El programa de visas H-1B para no inmigrantes permite a los negocios estadounidenses contratar a profesionales extranjeros trabajando en “ocupaciones especiales” que requieren una licenciatura o lo equivalente, según los servicios Americanos de immigracion y ciudadanía (U.S. Citizenship and Immigration Services). Las empresas deberán registrar una petición en nombre del trabajador para seguir en los Estados Unidos inicialmente por un periodo de 3 años que puede ser extendido después, según la agencia.
“Al ponerle una etiqueta de precio de $100,000, estas dejando sin poder pagar a todos menos a las empresas más grandes del mundo,” dijo el abogado de immigración Jason Finkelman. Las empresas pequeñas y medianas, que suelen ser los usuarios primarios del programa de visas H-1B, ya no podrán contratar el talento que necesitan.”
El congreso limita el número de visas H-1B concedidas cada año fiscal a 65.000, con unas 20.000 adicionales reservadas para personas con un título de maestría o superior, según los servicios americanos de immigracion y ciudadanía (U.S. Citizenship and Immigration Services). Si las postulaciones a la visa sobrepasa este límite, la agencia usa una lotería anual para seleccionar qué postulaciones pueden proceder al estado de petición, según el consejo de imigracion americano (American Immigration Council).
La proclamación también mandó al departamento de seguridad nacional (Department of Homeland Security) a establecer reglas que priorizan beneficiarios “altamente cualificados” y “bien pagados” en la lotería de H-1B. El 24 de septiembre, el departamento publicó una noticia pública proponiendo “ponderar la lotería” basándose en el salario pagado al trabajador por su empleador en vez de al azar, dijo Finkelman.
La agencia acepta comentarios públicos sobre la regla propuesta hasta el 24 de noviembre, escribió un oficial de USCIS en un correo electrónico.
Finkelman dijo que las empresas usan el programa de visas H-1B en casi todos los sectores, como en información tecnología y medicina. Según el centro de datos de empleadores H-1B (H-1B Employer Data Hub), Tejas ha tenido más de 27.000 profesionales extranjeros, o beneficiarios, aprobados en el año fiscal 2025, el segundo más alto en el país detrás de California.
“De verdad fue creado, y todavía es, diseñado para traer adentro talento extranjero altamente calificado, altamente inteligente y altamente educado para llenar sectores de empleo críticos en nuestra economía” dijo Finkelman.
Antes de ser elegible para una visa H-1B, estudiantes internacionales con una visa F-1 pueden usar programas de formación práctica en el programa de la visa F-1, dijo Nitin Agrawal, cofundador y director ejecutivo de “Interstride”, una plataforma de tecnología que trabaja con instituciones de educación avanzada para apoyar a estudiantes internacionales y estudiantes yendo al extranjero.
“Les estamos dando un sitio a algunas de nuestras universidades más prestigiosas, UT Austin siendo una de ellas”, dijo Agrawal. “¿Por qué queremos mandar al talento que hemos criado y desarrollado a otro país?
Según la proclamación, el propósito de los cambios es proteger a los “trabajadores americanos” y corregir el abuso, que Finkelman dice que es “muy, muy, mínimo”.
El programa no necesitaba una lotería para seleccionar beneficiarios cuando empezó en 1990, y todo el mundo que postulaba recibía la visa, dice Agrawal. Él estudió en Estados Unidos como un estudiante internacional, y dijo que pasó por uno de los primeros ciclos de H-1B que requirió una lotería.
“A pesar de lo que sean las políticas de imigración, la innovación continuará”, dijo Agrawal. “La innovación continuará donde las políticas de imigracion sean favorables, porque ahí es donde naturalmente el talento global fluirá.”
